Una desatención y concentrarse en una rival en particular le costaron caro el viernes a la venezolana Andreína Pinto en la final de los 400 metros libres de la natación de los Juegos Panamericanos.
Pinto se lanzó a buscar ese oro que le fue esquivo hace cuatro años en Guadalajara, pero terminó nuevamente con la plata.
En una vibrante definición en el Centro Acuático de Toronto, Pinto entró 25 centésimas de segundo detrás de la canadiense Emily Overholt, quien empleó tiempo de 4:08.42 para fijar un récord en estas justas. El bronce fue para la estadounidense Gillian Ryan con 4:09.46.
Pinto reconoció que se concentró más en lo que hacía Ryan y perdió de vista a la local. Y cuando trató de alcanzarla sobre el final, ya era muy tarde.
«Le di con todo en ese remate», dijo la venezolana de 23 años. «Desde el momento en que me lancé estaba buscando ser campeona panamericana. No me di cuenta de que ella (Overholt) nos llevaba un cuerpo».
«Cuando la vi a la (canadiense) dije ‘wao hay alguien que me quiere lo que yo viene a buscar en estos juegos», señaló Pinto que previamente había quedado cuarta en 200 mariposa y séptima en los 200 libre.
La de Pinto fue la primera medalla de Venezuela en el programa de natación de Toronto 2015. En sus previas presentaciones, Pinto había quedado cuarta en 200 mariposa y séptima en los 200 libre.
Con una jornada por delante, se trata de una decepcionante cosecha al compararse con lo obtenido hace cuatro años en Guadalajara en la que los nadadores venezolanos acumularon ocho preseas, incluyendo un oro de Albert Subirats.
Subirats fue un reflejo del declive al no poder acceder esta vez al podio, ya que el viernes figuró octavo en 100 espalda y el jueves quedó cuarto en 100 mariposa.
«Hace cuatro años fue totalmente diferente. De hecho se puede ver en los tiempos. Nos ha costado mucho montarnos en el podio», comentó Pinto a quien todavía le queda por competir en los 800 libre, prueba en la que consiguió bronce en Guadalajara 2011.
