I
Nadie en sus cabales podía ni siquiera sospechar que el dólar pudiera llegar a los precios que se cotizan hoy día. Y menos que el bolívar, nuestra moneda nacional, fuera vilmente devaluada como lo está siendo, al extremo de casi desaparecer del mercado de divisas porque, sencillamente no vale nada. El gobierno sigue imprimiendo billetes para que la gente tenga una percepción, absolutamente falsa, sobre el valor de cada uno de los bolívares que corresponde en estos momentos a unos 10 céntimos, o menos, de lo que vale un dólar. Y no es que estemos sobrados de moneda estadounidense para mantener el valor del bolívar, porque, que sepamos, las reservas internacionales del país casi están agotadas sin que tengamos al menos una esperanza de fortalecerlas para hacerle frente a la hiperinflación que está tocándonos la puerta. Nada halagador nos depara el futuro si no aparece una fórmula que nos permita superar las avalanchas de la ineficiencia cuando se trata de crear un sistema económico factible, lejos de recetas anacrónicas que solo han provocado el caos y la destrucción. Ya está más que claro que el gobierno no tiene ninguna respuesta y menos ideas nuevas para salvar lo que queda del minúsculo bolívar.
II
SHARIF: Hace algunos días repusieron en la TV el filme Lawrence de Arabia protagonizada, entre otros, por Peter O´Toole y Omar Sharif, el actor egipcio que acaba de dejarnos. Fue en TCM, el canal retro, donde tenemos la oportunidad de volver a ver los grandes clásicos del cine. Omar Sharif fue exitoso desde el momento en que decidió entrar al mundo del cine aprovechando su facilidad para hablar y entender el inglés, pero su fama llega con la historia del soldado británico que combate a los turcos al lado de los árabes, y con “Doctor Zhivago”, una película muy polémica por su contenido antibolchevique en un periodo que incluye la primera guerra mundial, la evolución rusa y la guerra civil del país. Nunca quiso Sharif disfrutar de un estrellato al estilo Hollywood. Prefería jugar a las cartas y disfrutar con sus sobrinos nietos. Tuvo mucho éxito con las mujeres y su romance más conocido fue con Bárbara Streissand… CASILLAS: La verdad es que hay que ser un madridista muy insensible –los hay como en todas partes- para no lamentar profundamente la despedida de Iker Casillas, el valiente capitán del Real Madrid que nos ha regalado muchas satisfacciones por 25 años a todos los que amamos a ese club como algo propio. Pero nada es eterno en este mundo y menos en el fútbol donde hay que estar permanentemente revisándolo todo para no perderse en sus laberintos. Adiós Casillas, gracias por tantas emociones vividas y compartidas. Bienvenido el que llega.
III
TENIS: Ni por un momento pensamos que Garbiñe Muguruza podía ganarle la final de Wimbledon a la gran Serena Williams, pero sí la sospecha que la presa no sería tan fácil de digerir por el antecedente que tenía cuando sorprendió a la estadounidense en su segundo enfrentamiento con ella. La venezolana-española sucumbió ante la experiencia y la sabiduría de una jugadora que parece haberlo vivido todo lo que se pueda hacer en una cancha de tenis. Y fue gracias a la veteranía y al carácter que pudo sobreponerse a sus errores para imponer su ley. “No estés triste, porque pronto vas a levantar ese trofeo” fueron la palabras de Serena para Garbiñe cuando se saludaron en la entrega de los trofeos. Una premonición que a lo mejor se cumple si tomamos en cuenta que nuestra chica –porque es nuestra también- apenas está comenzando su carrera y confiesa amar este deporte como una filosofía que encaminará para siempre su vida. 33 años tiene Serena, es la número uno del mundo y exhibe hoy su título 21 y su sexto en Wimbledon- Se dice pronto, admirada Garbiñe, subcampeona, ya parte del sueño se ha cumplido. Por otra parte dos grandes del deporte blanco nos ofrecieron un concierto de tenis en la final de caballeros con una victoria para el serbio que retiene el título ganado el año pasado frente a Roger Federer que pagó cara esa derrota exhibiendo lo mejor de su repertorio. Queda muy clara la invencibilidad de Novak Djokovic en este circuito.
IV
IRONÍAS: Que alguno de los barrios de Caracas se califiquen como “Zonas de Paz” no deja de ser una ironía. Cuando terminamos estas líneas el número de muertos en la Cota 905 de la capital de la República aumentaba a 18 ratificando una vez más que Caracas es una de las ciudades más peligrosas del mundo. Dicen que la mayoría de las víctimas pertenecen a bandas delictuales, lo que provoca de inmediato una pregunta: ¿cómo llegan esas armas a la población civil si tomamos en cuenta que una 9 milímetros cuesta en el mercado negro unos 250.000 bolívares?