Mi enemigo me reconoció en el acto.
Vino corriendo y me dio un apretado
y cordial abrazo. “Que bueno encontrarte”,
me dijo en un murmullo, “ya me estaba
quedando sin odios”
Mario Benedetti. Bagatelas
Haberse tropezado en los medios con la noticia de un “presunto” robo de una obra de arte del neoimpresionista, y luego fauvista, Henry Matisse, de quien Gustave Moreau (su maestro) exclamó: “Usted va a simplificar la pintura”; nos llena de una cuestionable sorpresa puesto que se supone que la misma (Odalisca con pantalón rojo) no es ninguna miniatura y que, además, se encontraba a buen resguardo en la bóveda del Museo de Arte Contemporáneo.
Pero es que hoy en día es muy difícil dejar de asombrarse con estos “caballeros” oficialistas que nos “gobiernan”. Aún y cuando uno se predisponga a evitar las sorpresas, son tan creativos con la generación de noticias que no puede uno, al menos, sorprenderse de tan variadas atrocidades y torpezas. No ha terminado usted de reponerse del último disparate, con gusto a desazón y de tintes escabrosos cuando aparece otro que opaca al anterior. ¡Que no!. Fíjense ustedes, apreciados lectores, que todavía andamos buscando los libros de pintura para ver la obra de Matisse “supuestamente” robada y revisando el Manual del MACCSI (Museo de Arte Contemporáneo de Caracas “Sofía Imber, que así se llamaba) para evocarla y – ¡zuas! – nos informan que en Kenia, “presuntamente” asesinaron a una señora que ejercía de embajadora, de nombre Olga Fonseca (paz a sus restos). Pero la cuestión no termina allí, no, y acusan del hecho al secretario de la embajada venezolana (mayor sorpresa). Para mantenerme sorprendido, los motivos esgrimidos no son nada edificantes. Nunca lo son pues nada justifica tal hecho. Y el gobierno del país africano acusa al “señor” Sagaray junto con un lugareño Mohamed Ahmed y plantea la policía del país en cuestión, que también habría un “supuesto” caso de narcotráfico de por medio. Me molesta repetirlo, pero la cuestión no concluye ahí, porque la señora embajadora (q.e.p.d.) solo tenía en funciones desde el 25 de Junio, pues fue llamado el anterior embajador quien era acusado de acoso sexual. Todo lo anterior, según expresa la prensa keniana. Pero para culminar con el asombro, dicen los periódicos de ese país que quienes acusaron al anterior embajador fueron los empleados (en masculino), otra sorpresita: verdad?
Ya vendrán las mil explicaciones de bocas sacrosantas a decirnos que “todo fue un malentendido”, que lo que realmente ocurrió fue que… cualquier cosa. Culpa del capitalismo, de la burguesía, de los escuálidos, del imperio, en fin: menos lo que dice el periodismo y las redes sociales en el mundo entero. Usted que es un ente pensante y que puede estar cavilando su voto, piense y añada todas estas bagatelas con las que nos siguen sorprendiendo estos señores. Venga y ayude a cambiar estos disparates que a diario vemos en representación de nuestra patria. Esa que dicen defender y liberar a cada día. Camine con el progreso. Véngase a votar por el futuro.