142 privados de libertad llegaron ayer a Uribana, por ello liberaron 125 familiares, quedando dentro del penal la cantidad de 332 visitantes secuestrados
Cuatro noches y cinco días lleva el secuestro en Uribana. La única petición y condición de los privados de libertad de este recinto, es que los detenidos larenses que se encuentran en otros penales sean trasladados hasta Uribana, al igual que los distribuidos en las diversas comisarías del estado.
Las negociaciones han sido entre voceros del penal y representantes del Ministerio de Asuntos Penitenciarios. Las conversaciones han dado resultados, pero en los dos últimos días se han venido trancando, porque las autoridades no cumplen del todo las peticiones de los internos.
Desde el lunes hasta el mediodía de ayer ingresaron a Uribana la cantidad de 97 privados de libertad. A las 8:30 de la noche del miércoles llegó un traslado directo desde el Internado Judicial de Valencia conocido como Tocuyito, con 25 reos. En horas de la madrugada fueron 30 internos desde la Penitenciaría General de Venezuela (PGV), ubicada en San Juan de los Morros, estado Guárico, quienes llegaron. A las 8 de la mañana de ayer fueron 60 privados de libertad que trasladaron desde el Centro Penitenciario de Los Llanos (Cepella) y en horas del mediodía llegó un autobús con 27 reos desde Santa Ana de Coro. En total, 142 privados de libertad fueron trasladados a Uribana.
A eso de las 10 de la mañana liberaron 25 visitantes, todas eran mujeres, quienes explicaron que de comida estaban bien.
Una vez que reseñaban a los internos, eran ingresados a Uribana. En la mañana entraron los de Tocuyito y de la PGV y quedaron por fuera los de Cepella y Coro, quienes serían ingresados al final de la tarde.
Aún están a la espera de traslados de la Cárcel Nacional de Maracaibo, llamada Sabaneta, del Centro Penitenciario de Aragua, conocido como “Tocorón”, desde Trujillo y El Dorado, en el estado Bolívar.
Hasta la tarde de ayer ingresaron un total de 212 reos y quedaban por fuera los 27 de Coro. Así mismo habían salido 149 visitantes, y en horas de la tarde dejaron salir a 100 personas más, 91 mujeres y 9 hombres, para quedar dentro 332 secuestrados, de los cuales 319 eran mujeres y 13 hombres.
Esperando su llegada
En las afueras de Uribana estaban los seres queridos de los internos que eran trasladados de otros penales. Sus familiares, al ver que los sacaban, les gritaban para que supieran que allí estaban.
“Deibis te amo” eran algunas de las palabras, mujeres de la tercera edad, jóvenes embarazadas y hasta niños sonreían por la llegada de los suyos.
Algunos sin identificarse expresaron que los gastos disminuirían, pues en otros penales deben cancelar semanalmente las llamadas “causas” que oscilan entre 75 hasta 500 bolívares.
A los privados de libertad los colocaban en prevención para hacer la respectiva reseña y posteriormente eran devueltos al autobús a esperar que ordenaran el ingreso. Los representantes del Ministerio de Interior y Justicia, para evitar que los medios de comunicación registraran el ingreso al penal de los internos, atravesaron un autobús, mientras ellos pasaban por el portón, sin embargo esto no impidió a los periodistas y reporteros gráficos hacer su labor.
Los familiares de los reos saben de los suyos porque los pastores se acercan hasta la puerta; ninguna autoridad les ha dado la cara. Nelson Bracca, director de Uribana e Isabel González, directora de la Región Centro Occidental de Prisiones, son las personas que han llevado a cabo la negociación y hasta ahora no han dado declaración oficial de los traslados. Se espera que al final del proceso dichas autoridades ofrezcan un balance sobre el parte de internos ingresados al penal y el proceso de canje.
Suspendido pase de paquetes
Desde bien temprano los familiares de los reos de Uribana llegaron con sus paquetes en mano e hicieron su respectiva cola, con la intención de pasar ropa y comida a sus seres queridos. A las 9 de la mañana los funcionarios de la Guardia Nacional comenzaron a enumerar a las personas para llevar el control.
Debido al retraso en el ingreso de los guaros al penal, en horas de la tarde fue suspendido el pase de paquetes, lo cual molestó a más de un ser querido. Sin embargo, debieron devolverse, con resignación, sin hacerle llegar nada a los suyos.
Fotos: Ricardo Marapacuto