Al menos un hombre atacó una fábrica de gas en el sureste de Francia este viernes, colgando una cabeza decapitada en la entrada de las instalaciones junto a banderas cubiertas con grafías árabes, dijeron funcionarios. Francia abrió de inmediato una investigación sobre terrorismo.
El presidente francés, François Hollande, hablando desde Bruselas, dijo que una persona falleció y dos resultaron heridas en el ataque, que comenzó poco antes de las 10 de la mañana cando un auto se estrelló contra la puerta de una fábrica de gas en Saint-Quentin-Fallavier, al sureste de Lyon. El coche chocó luego contra bombonas de gas, provocando una explosión.
«No hay duda sobre la intención: causar una explosión», dijo Hollande, que afirmó que el ataque fue «de carácter terrorista».
El mandatario galo dijo que un sospechoso había sido arrestado e identificado, e indicó que podría haber otra persona implicada en los hechos.
El ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, desplazado al lugar del ataque, dijo que el hombre detenido era conocido de los servicios de inteligencia del país por posibles vínculos con movimientos extremistas islámicos, pero que no tenía arrestos previos.
La fábrica pertenece a Air Products, una empresa química estadounidense con sede en Allentown, Pennsylvania.
Un funcionario de seguridad dijo que se halló una cabeza decapitada colocada en la puerta de entrada a la factoría, en lo que parecía ser una réplica de las decapitaciones que lleva a cabo normalmente el grupo extremista Estado Islámico, exponiendo luego los miembros amputados.
Dos banderas, una blanca y una negra, ambas con inscripciones en árabe, fueron encontradas cerca, agregó el funcionario de seguridad.
Hollande dio estas declaraciones ante los medios tras seguir por televisión las noticias del ataque junto a la canciller alemana, Angela Merkel, ya que ambos líderes asistían a una cumbre europea en Bruselas.
Francia está en alerta máxima de seguridad desde el pasado enero, tras ataques radicales al semanario satírico Charlie Hebdo, a un supermercado kosher y a una policía que causaron 20 muertos, incluyendo los tres atacantes extremistas.