Definitivamente este régimen perdió por completo la fe popular. Los mismos sectores oficialistas de los barrios cuestionan severamente el desempeño gubernamental, así como la riqueza súbita y extrema de sus líderes fundamentales, incluyendo a Hugo y familia. El pueblo puede aceptar sacrificios y penurias cuando los liderazgos son genuinos e identificados con las causas nobles y reivindicativas de la clase obrera y campesina. Lo que resulta inadmisible para el proletariado, es el sacrificio colectivo mientras la burguesía roja disfruta a sus anchas de todos los privilegios derivados de la perversión económica de un modelo esclavista. Si, esclavista en su más amplia expresión, porque condena al “ciudadano” y lo degrada a niveles precarios de sumisión. Lo postra frente al poder de las armas para sobrevivir y comer. Lo humilla miserablemente en colas infernales para conseguir un mendrugo de pan. Eso es y ha sido siempre el socialismo en la historia del planeta…
Cuando los tres personajes más importantes del régimen, Nicolás, Diosdado y Tareck, coinciden en amenazar al pueblo con una guerra “si por alguna circunstancia llegara a ganar la oposición las próximas elecciones parlamentarias”, estamos en presencia de un evidente estado de desesperación que los obliga a utilizar las consejas antillanas que consisten en extremismos discursivos tendentes a sembrar el pánico y el terror en la población venezolana para que no salgan a votar, en caso de realizarse el proceso comicial. Esta actitud responde básicamente al hecho de que la participación masiva es enemiga del proceso revolucionario, o mejor dicho, lo que queda de él. Fidel lo dijo muy claro en varias ocasiones durante sus visitas al comandante: “las elecciones son una tontería”…
Tenemos más de 300 circuitos electorales en todo el país. Eso quiere decir que de igual manera tenemos más de 300 líderes opositores en esos circuitos que deben organizarse para ganar y cobrar con sus respectivos equipos de trabajo electoral. Si se logra organizar una maquinaria, por circuito, aprovechando al máximo el recurso humano disponible, que en los actuales momentos responde a unos altísimos niveles de descontento y rabia contra este régimen opresor y esclavista, entonces estaremos a tono con el compromiso. Aunado a todo esto, el aspecto motivacional hacia la participación de las masas votantes es fundamental. Perder el miedo infundado. Ese miedo que se pretende proyectar desde el gobierno, es el frio que les recorre los tuétanos de la conciencia por saberse descubiertos y perdidos en sus fétidos lodazales. En este caso, la comunidad internacional estará vigilante de cualquier violación a los derechos humanos…
El único temor que debemos tener los venezolanos, es a la permanencia en el poder de estos incapaces que han destruido nuestro país…
Mis comentarios:
-Para ganar y cobrar, lo primero es la unidad. Vaya el mensaje a los insensatos que piensan en sus vanidades personales, más allá de la necesidad colectiva de salir de esto…
-Ya lo hemos dicho, la barrena electoral que se avecina, arrastrara todo lo que encuentre a su paso. Incluyendo los cogollos…
-La tarjeta única es fundamental para evitar la dispersión del voto y ganar con holgura…
-El voto castigo los aplastará. El régimen tiembla…
Echa fuera al altivo, y se irá la discordia, cesaran las contiendas y las afrentas…(Proverbios 22:10)