Xavi Hernández, que acaba de poner fin a 17 años en la élite con el FC Barcelona, fue presentado este jueves oficialmente por su nuevo club, el Al Sadd, y el jugador catalán dijo sentirse «muy orgulloso» de la nueva etapa que inicia en el fútbol catarí.
Sólo han pasado cinco días desde que Xavi levantara la Liga de Campeones con el Barça, cerrando así a lo grande su etapa azulgrana, y ya ha vivido su primer baño de masas en Doha, donde ha llegado como un auténtico ídolo.
«Estoy muy, muy orgulloso de ser parte del Al Sadd Football Club», dijo el jugador de 35 años.
«Espero que podamos levantar todos los trofeos con este importante club y continuar aumentando mi palmarés. Quiero dar las gracias al Al Sadd Sports Club y a todo el pueblo catarí», añadió.
«Shukran (Gracias) es la primera palabra que aprendí (en árabe). Intentaré aprenderlo. Mi esposa también quiero aprenderlo, tendremos tiempo. Vamos a comenzar con Shukran y luego ya veremos», señaló.
En la conferencia de prensa, donde el español estuvo acompañado por familiares y amigos, Xavi mostró una camiseta blanca con el número 6. En la sala se encontraba también Valero Rivera, exentrenador del Barcelona de balonmano y actual seleccionador de Catar de ese deporte, donde el pequeño emirato fue subcampeón mundial a principios de este año.
Xavi, que el miércoles había superado el tradicional reconocimiento medico, ha firmado un contrato por dos años, que podría ampliarse a tres años, y también desempeñará un papel de embajador del Mundial de Catar-2022.
Su fichaje ha sido uno de los grandes hitos del fútbol de Catar, después del fichaje de otro español, Raúl González, exestrella del Real Madrid actualmente en el New York Cosmos estadounidense y que también vistió los colores del Al Sadd (2012-2014).
El Al Sadd vivió su gran momento de gloria internacional cuando se proclamó campeón de Asia en 2011 y pudo disputar el Mundial de Clubes en Japón, donde quedó tercero, tras caer precisamente ante el Barcelona de Xavi en las semifinales.
En la última temporada de la liga catarí acabó segundo, por detrás del Lekhwiya, que entrena el danés Michael Laudrup, otro exjugador del Barcelona.