En la cumbre internacional del G7 se reunieron los líderes de las democracias industrializadas más grandes del mundo: Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón. Los temas principales en la agenda fueron el cambio climático y el terrorismo pero también se trataron puntos como el caso de Rusia en Ucrania, la fecha límite que se acerca para llegar a un acuerdo nuclear con Irán, negociaciones preliminares sobre pactos comerciales y el estancamiento en las negociaciones sobre el rescate internacional de Grecia.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió este lunes con varios de sus aliados en encuentros paralelos para abordar los urgentes problemas en Oriente Medio, mientras trataba de convencer a los gobernantes europeos de que mantengan las sanciones contra Rusia tras las nuevas hostilidades en Ucrania.
Obama llegó el último día de la cumbre del Grupo de los Siete presionado por una intimidante lista de problemas globales y con pocos indicios de que vayan a tomar medidas para resolverlos. El estadounidense también tenía prevista una consulta con el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, que combate la creciente amenaza de los milicianos del grupo Estado Islámico. Abadi ha pedido más ayuda de Estados Unidos y sus socios para hacer frente a los milicianos. Se esperaba también que el presidente de Estados Unidos se dirigiera a los líderes del G7 en una sesión a puerta cerrada centrada en el terrorismo.
Por su parte, la reunión de Obama con Hollande se celebra después de que París se haya mostrado en ocasiones más dura y escéptica que Washington en las negociaciones con Irán.
Sanciones contra Rusia
Por otro lado, sobre la cuestión de Ucrania, Earnest señaló que Obama insta a otros líderes europeos a renovar las sanciones contra Rusia que expiran a final de julio. Obama quiere que los europeos mantengan los castigos financieros hasta que Moscú cumpla los términos de un acuerdo de alto el fuego alcanzado hace cuatro meses en Bielorrusia.
«Básicamente, Rusia se ha burlado de los compromisos que hizo en el contexto de las negociaciones de Minsk», dijo Earnest, que instó a los europeos a mantener la estrategia, aunque admitió que podría causar perjuicios económicos porque sus economías están vinculadas a la rusa.
La canciller alemana Angela Merkel señaló este domingo que espera que la reunión produzca una «señal unida» de que las sanciones contra Rusia sólo pueden ser suavizadas si se implementa totalmente un acuerdo de paz de febrero para Ucrania.
La reunión de este año del llamado G7 fue la segunda consecutiva sin Rusia, que fue expulsada el año pasado del que era el G8 debido a sus acciones en Ucrania.
Al dirigirse a los diálogos, el primer ministro británico David Cameron dijo que presionará para que Europa se mantenga firme con las sanciones contra Rusia a pesar de que algunos países —especialmente Grecia con sus problemas de falta de efectivo— están sufriendo económicamente por la disminución de inversión y de turistas de Rusia.