El agua potable que distribuye Hidrolara sigue siendo barata para los consumidores si se toman en cuenta los gastos que representa su proceso y que la hidrológica larense no recibe subsidio alguno por parte del Gobierno nacional, como sí ocurre con otras entidades.
La explicación la hizo el ingeniero Pedro Sánchez, presidente de la empresa, al responder a algunas críticas surgidas a raíz de la aplicación de un incremento en las tarifas.
Dijo que ese aumento, en el orden de un 60%, es necesario para poder cubrir los costos de producción, que se han incrementado de manera alarmante con la alta inflación que sufre Venezuela.
Sánchez puso como ejemplo que el sistema Alto Tocuyo requiere 18 rodamientos para poder operar y el valor de cada uno de ellos está por encima de los tres millones de bolívares, además de que deben ser importados.
A eso hay que agregarle los químicos necesarios para la potabilización del agua, que también han aumentado de manera alarmante, y los gastos en reparaciones de filtraciones en tuberías matrices, que subieron más del 700 %.
Está el caso de la tubería procedente del embalse Los Quediches, en el municipio Torres, por la que se transporta el agua a la ciudad de Carora, y frecuentemente se deben eliminar filtraciones originadas por la antiguedad o desgaste de la red.
Igualmente hay que tomar en cuenta la necesidad permanente de comprar motores y transformadores, cada uno de los cualers está valorado en más de dos millones de bolívares.
“Son equipos que no se producen en el país, que deben ser importados, a veces con dólar libre, lo que aumenta aún más los gastos”, expresó.
Enfatizó el presidente de Hidrolara que como la empresa no recibe aporte alguno del Gobierno Nacional, esos costos tiene que cubrirlos con la recaudación y de allí el incremento en las tarifas por el suministro del agua potable que llega a residencias y establecimientos comerciales.
También explicó que esos aumentos en los costos de producción no estaban presupuestados.
Para Hidrolara, este año, además de la inflación, que ha ascendido escandalosamente, se han agregado otros gastos millonarios provocados por acciones vandálicas como las ocurridas la pasada semana con el pozo 9-B que surte a la parroquia José Gregorio Bastidas, de Palavecino, y el de Macuto.
Como consecuencia de esas acciones vandálicas, el sistema de rebombeo de la urbanización El Recreo, dejó de recibir 80 litros de agua por segundo, haciéndose necesaria la implementación de un plan de contingencia para no suspender del todo el servicio.
“La inversión por los daños en esas instalaciones sobrepasan los treinta millones de bolívares que tampoco estaban presupuestados”, enfatizó.
Reiteró que las empresas hidrológicas de otras entidades dependen de Hidrovén y del Ministerio del Ambiente, que les suministran los recursos necesarios, no así Hidrolara que es una compañía de las gobernación y alcaldías, pero que sólo puede subsistir con las recaudaciones.
Dijo que a pesar de no ser de su competencia, desde la gobernación se ejecutan obras hidráulicas que corresponden a otros entes, pero se hace para beneficiar a comunidades carentes de tan indispensable servicio.
Sánchez también se refirió a una afirmación de que en Lara se consume el agua más cara de Venezuela, refutándola.
Puso como ejemplo que un litro de gasolina o de gaseosa es más cara que uno del agua potable que suministra Hidrolara, pese a los gastos que representa el mantenimiento y reparaciones de sus instalaciones.
“Dos mil veces más barata que la gasolina y los refrescos embotellados”, enfatizó.
Recomendó a los suscriptores tomar todo esto en cuenta a la hora de disponer del vital líquido que les llega por las tuberías y tratar de evitar su derroche para que no sea necesario recurrir a racionamientos como los que desde la hidrológica se han visto obligados a aplicar para evitar una sequía total.
El ingeniero Pedro Sánchez destacó la labor que realizan los técnicos y todo el personal de la empresa para garantizar un servicio tan importante como el del agua.
