Levantar construcciones en los terrenos de la UCLA en Agua Viva, actualmente invadidos por un grupo de familias, representa un alto riesgo pues en el futuro podría generar una catástrofe con pérdidas humanas y económicas.
Lo plantea así el profesor Norberto Maciel, director de postgrado de nuestra máxima casa de estudios al referirse al tema.
Enfatizó que esa zona ha sido calificada como área de contención de potenciales crecidas del cauce de la quebrada El Tomo en el PDUL del municipio Palavecino.
Además, dijo, se trata de una zona ambiental protegida.
El profesor Macial también se refirió a las declaraciones del abogado Alberto Pérez, quien asiste a los tomistas, según las cuales la UCLA podría perder el derecho sobre las tierras si no construye en un tiempo determinado.
Al respecto señaló que la propiedad de la universidad sobre ese lote no tiene discusión alguna pues “esa condición se encuentra debidemente probada y protocolizada, además de ser espacios consagrados a fines educativos y, por ende, amparados por leyes y normativas que prohíben la construcción de viviendas”.
Hizo un llamado a los poderes públicos nacionales y regionales para hacer cumplir las normas y leyes de la República y garantizar el Estado de Derecho con el desalojo de quienes, pese a dictámenes judiciales, siguen ocupando esos terrenos.
El experto en la materia agrícola hizo una serie de recomendaciones con miras a evitar el impacto ambiental negativo que significaría un desarrollo habitacional allí.
Algunas de ellas serían el acondicionamiento de la zona como reservorio para riego de campos experimentales y la consolidación en la cabecera de la laguna de amortiguación allí existente de un arboretum o conjunto de árboles que, además de reducir la escorrentía, le conviertan en área de uso educativo y recreacional.
