Familiares de los privados de libertad en el Centro Penitenciario Fénix, se quejaron ayer por la suspensión de visitas a sus allegados, pues manifiestan que desde hace un mes no tienen el encuentro.
“El martes pasado nos llamaron para decirnos que el primero de junio habría visita pero a las 10:00 p.m., del domingo se volvieron a comunicar para decir que las habían suspendido porque supuestamente encontraron unos cigarros en el área de observación, pero ¿cómo llegó eso hasta ahí si para uno entrar le revisan todo? Investiguen a los custodios”, instó una mujer de Maracaibo, quien tiene a su esposo preso por robo y cumple pena de dos años.
El grupo de personas reunidas a las afueras del recinto carcelario, comentaron que las porciones de comida son muy pequeñas, lo que ha hecho disminuir de peso a los internos.
“A nosotros no nos dejan pasarles arepa, pollo con huesos o dulces y lo que permiten debe probarlo primero un custodio que está en la puerta”, manifestó una señora que llegó desde Caracas el domingo a visitar a su marido, quien cumple pena de 18 años por homicidio.
Señalaron a la directora del penal, Zully Dávila, porque según ellas, manda a pegarle a los suyos.
“Desde que ella está, cuando nos toca visita, nos desnudan, nos sientan en una silla y nos mandan a abrir las piernas para revisarnos. También nos halan el cabello para comprobar que no sean extensiones”.
Igualmente se quejaron de los gastos, pues deben comprarle los uniformes a sus familiares. Cuestan sobre los tres mil bolívares. Los zapatos alrededor de 3.500 y unas clancletas pueden llegar a los 1.200.
“También traemos una resma de papel que vale 1.300, dos cuadernos, lápices, colores y foami para que hagan sus actividades”.
Amenazaron con cerrar la vía hacia el recinto de seguir suspendida la visita.