“Hoy lloramos a otro venezolano que cae a manos del hampa”, expresó Daniel Antequera, director del Instituto Municipal de Deporte y Recreación de Iribarren (Imderi), quien se encontraba en las afueras de la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, acompañando a los familiares de Raiber Alexander Camacaro Linárez, a quien mataron por resistirse al robo de sus zapatos.
La víctima tenía 31 años de edad. Deja dos hijos y su esposa a punto de parirle el tercero, a quien no verá ni acompañará en su crecimiento, pues la delincuencia le impidió seguir viviendo la madrugada de este domingo, cuando pasaba por la avenida principal con calle 1 del barrio 24 de Julio e iba a su casa en el sector 3 de La Batalla.
Al parecer, el hoy occiso estaba en una celebración, a las cuales poco asistía desde que un hijo se le murió de cáncer, hace dos años, pero el sábado a las 06:00 p.m., salió de su residencia y no volvió. Cuentan los familiares del fallecido, que caminaba solo por el lugar cuando fue interceptado por dos sujetos, que portaban un chopo y quisieron robarle los zapatos pero como no se dejó, le propinaron un tiro en el cuello.
Camacaro Linárez, era trabajador del Imderi desde hacía unos cinco años, comenzó como auxiliar de mantenimiento pero su ímpetu lo llevó a convertirse en entrenador de futbolito, “actualmente estaba formando su escuela en el mismo barrio. Desde hace unos meses entrenaba a los niños. El viernes nos reunimos por los juegos interparroquiales, los cuales ahora serán en su honor”, comentó el también precandidato a la Asamblea Nacional, Daniel Antequera.
Como alegre y carismático calificó a la víctima, por quien hoy, sus compañeros de trabajo lloran su partida, “le pido a la comunidad siga el trabajo que él hacía porque con el deporte alejamos al futuro de los malos pasos y a Dios, que le de fortaleza a sus seres queridos. Ojalá se haga justicia”, exclamó Antequera.
“Hay que poner mano dura. Ahora cualquiera mata por eso hay que buscar otro tipo de sanciones, hoy fue mi sobrino, mañana será otro”; manifestó en medio de la tristeza, José Linárez, tío del fallecido, quien aseguró que por el sitio del suceso, es una zona peligrosa.