Espero que el hecho de que no haya estado de acuerdo con las protestas en formato guarimbas ocurridas en 2014, legitime aún más la opinión que tengo y hoy quiero compartir sobre el llamado de Leopoldo López, persona a quien conozco, respeto y hasta admiro a pesar de no compartir siempre sus criterios políticos.
Lo primero que debo recordar es que López es un preso político de Maduro que se entregó voluntariamente dando la cara en un momento de incertidumbre y vacío. A diferencia de Chávez, no se alzó en armas ni intentó un golpe de Estado militar, sino que convocó junto a otros sectores de la sociedad a una manifestación pacífica ejerciendo el derecho constitucional de la protesta. Desde entonces se encuentra en una cárcel política en la que ha sido objeto de múltiples humillaciones violatorias de sus derechos humanos más básicos. Cabe destacar que no es el único en tan lamentable situación, ya que también se encuentran encarcelados estudiantes y alcaldes electos como es el caso de Ledezma y Ceballos.
Es indudable que el caso de Leopoldo López ha trascendido nuestras fronteras convirtiéndose en emblema de la lucha por la democracia y en contra de la tiranía que se libra en Venezuela desde hace años. Personalidades de todas las ideologías y latitudes se han solidarizado con el líder opositor, generándose un clima internacional desfavorable al Gobierno de Maduro que se ha venido expresando en sentencias, acuerdos parlamentarios y pronunciamientos institucionales de muchos países latinoamericanos y europeos. En resumen, no es un preso común ni tampoco un preso político más, se trata hoy en día de un símbolo de la resistencia y de una promesa de libertad.
Por eso es que ahora cuando somos sorprendidos por un video de Leopoldo grabado clandestinamente desde la cárcel, no podemos hacer otra cosa que no sea agradecerlo y apoyarlo. Su mensaje es preciso, oportuno, pertinente y necesario, contentivo de un petitorio concreto que nos une a todos: El cese de la persecución y la convocatoria definitiva a elecciones. De verdad no entendemos como algunos burócratas quizá todavía embriagados por las negociaciones de los consensos, critican y hasta condenan dicho mensaje con la ridícula excusa de que no ha sido consultado con el resto de la MUD, olvidando la condición de preso político del emisor. ¿Qué esperaban? Lo que debería es darnos vergüenza que quien está preso sea más combativo que los que estamos libres. ¿O es que no se valoran los riesgos asumidos por López y las consecuencias que está pagando por haber tenido la valentía de fijar posición política en un momento tan dramático como el que estamos viviendo? Los candidatos de la MUD deberían aprovechar esta coyuntura para salir del closet y ponerse al frente de la movilización ciudadana en procura de unas elecciones justas que deben ser convocadas ya. Aquí en Barquisimeto, acompañaremos al alcalde Alfredo Ramos y a la MUD regional, en una marcha pacífica que partirá de la Plaza Miranda y llegará a la Plaza Bolívar. Nos vemos en la calle.
Caso cerrado, el dictamen final lo tiene usted.
