El olor a quemado persiste en los pasillos de residencias La Trinitaria. También abunda la tristeza. Las paredes no sólo están negras por el humo que invadió el lugar sino por el luto en el que se encuentran los vecinos por la pérdida de Rafael Palmezano, quien murió asfixiado y sufrió quemaduras en la parte superior de su cuerpo.
Se esperaba la llegada de una de sus dos hijas para entregarles el cadáver y posteriormente, darle cristiana sepultura.
La junta de condominio mantiene encendido uno de los dos extratores para que aligere el olor por el humo, sin embargo, al que debía ventilar el área de las escaleras, no le funciona el motor y no es fácil de conseguir en el mercado y el presupuesto es muy alto.
Ante la emergencia que se vivió durante la madrugada del lunes, el sistema de incendio no funcionó, pues el mismo es obsoleto y tiene los 35 años de construido del edificio, “nunca se ha usado y actualizarlo, se requiere de una gran inversión”, explicó Ramón Quintero, presidente de la junta de condominio.
También expresó que falta la señalización dentro de la estructura así como los sistemas de sismos y fuego, por lo cual solicitan a las autoridades de la Alcaldía de Iribarren, Gobernación de Lara o Corpolara, una colaboración, pues en caso de otra emergencia, se pone en riesgo la vida de más de 150 familias.
Se conoció que durante la jornada de este martes, los vecinos del piso dos, incluyendo niños y personas de la tercera edam tuvieron que ser llevados a centros hospitalarios, pues tenían dificultad para respirar.
Esta es la primera vez que en el edificio se vive una situación similar.
“Fue una verdadera tragedia. Todos corrimos peligro y estamos expuestos a una posible contaminación por el apartamento carbonizado, ya que la brisa lleva esas bacterias por toda la estructura”, comentó Nadetza Gauna.