Han pasado casi cinco años desde que el 5 de enero de 2011 se juramentó una Asamblea Nacional teñida de rojo. Las cartas están echadas de cara a las próximas elecciones pautadas para el último trimestre de este año.
Las mediciones revelan que el 87% de los venezolanos está dispuesto a votar, a pesar que el 64% no confía en el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Estas cifras fueron reveladas en una encuesta publicada por el Centro de Estudios Políticos de la UCAB, realizada durante el mes de abril en todo el país, a 1.200 personas.
Por primera vez en quince años la intención de votos en el país ha cambiado, al punto que estadísticos y sociólogos creen que si las elecciones parlamentarias fueran el próximo domingo el bloque opositor saldría favorecido.
Y es que las encuestas muestran una ventaja de 18 puntos porcentuales a favor del bloque opositor. Benigno Alarcón, abogado y director del Centro de Estudios Políticos de la UCAB, detalla que la investigación reveló que la intención de votos a favor de la oposición alcanza 39,25%, doblando el porcentaje del PSUV que fue 15,50%, mientras que 16,40% que se autodenomina chavista, no madurista, expresa que no votaría por ningún polo. Otro 20,7% responde que no sabe por quién votará, mientras la abstención se ubica en 8,2%.
Desgaste oficial
La tendencia según Alarcón es que la ventaja a favor de la oposición se incremente porque la impresión es que el gobierno se desgasta por las crisis que atraviesa el país, la cual lejos de solventarse se agudizó en los últimos meses.
“Cada día que pasa el Gobierno se desgasta y esto podría capitalizarlo el rival”.
Pero el investigador cree que la MUD debe escoger con mucha conciencia a los candidatos por consenso.
“Los candidatos deben ser escogidos cuidadosamente. La elección debe privilegiar a quienes tengan mayor legitimidad, porque de lo contrario se pueden perder espacios importantes”, explicó Alarcón quien sostiene que los electores pueden castigar a aquellas candidaturas impuestas con actores que no tengan un liderazgo sólido en la región para la cual fueron postulados.
Refiere que el PSUV también debe considerar las postulaciones de sus candidatos para perder el mínimo espacio posible.
Para Alarcón es poco probable que la oposición tenga alguna ventaja por revelar primero el nombre de sus candidatos.
“No creo que una vez dada a conocer los candidatos se pueda emprender una agresiva campaña, porque los candidatos correrían el riesgo de gastarse. Los candidatos deben tratar de ganar legitimidad y apoyo a través del cara a cara con la gente para evitar un desgaste político”.
Cree que el Gobierno que lleva sobre su espalda el peso de la crisis económica también se verá limitado en la campaña.
“Sería un error costoso tirar la casa por la ventana durante la campaña porque la gente no aceptará que se gasten millones en propaganda política, mientras no se consiguen alimentos, insumos médicos y repuestos automotores”.
División de circunscripciones
La gente ve con preocupación que la rectora principal del CNE Tibisay Lucena anunció un incremento de diputados en circunscripciones en las que históricamente ha ganado el oficialismo.
“La gente se preocupa por esos anuncios, pero éstos no influirán mucho en el resultado final si se mantiene la ventaja actual entre los dos polos. Incluso esas zonas también podrían ser ganadas por la MUD”.
Piero Trepiccione, politólogo, considera que la Mesa de la Unidad tiene una leve ventaja en relación con el Partido Unido de Venezuela, por el hecho de que dará a conocer sus candidatos en los próximos 10 días, mientras el oficialismo los anunciaría a mediados de junio.
“En este tiempo se deben empezar los trabajos de apoyo y será una ventaja porque la oposición tendrá candidatos definidos trabajando mucho antes que el otro bloque”, comenta Trepiccione quien asegura que en este tipo de contienda no afecta el desgaste político.
Cree que legalmente será imposible suspender las elecciones, pues el artículo 192 de la Constitución Nacional establece que los diputados serán elegidos por cinco años con derecho a una reelección y serán juramentados el 5 de enero de cada año. Como dice el dicho las cartas están echadas, la actual AN, legalmente, tiene fecha de caducidad.