El precio del petróleo terminó en fuerte alza el jueves en Nueva York, impulsado por la caída de la producción estadounidense y las preocupaciones geopolíticas en Medio Oriente, reponiéndose de su descenso de principios de semana.
El precio del barril de «light sweet crude» (WTI) para entrega en julio ganó 1,74 dólares a 60,72 dólares en el New York Mercantile Exchange (Nymex), luego de subir ya cerca de un dólar en la sesión del miércoles.
En Londres, el barril de Brent del mar del Norte para entrega en julio terminó la sesión a 66,54 dólares, un alza de 1,51 dólares con respecto al cierre del miércoles.
Los precios están «sostenidos por una fe inquebrantable en la idea de que una disminución de la producción estadounidense de petróleo de esquisto, acompañada por un incremento de la demanda, se traducirá en un alza de los precios», consideró Tim Evans, de Citi.
En este sentido, el Departamento de Energía (DoE) de Estados Unidos dio un empujón al mercado al dar cuenta el miércoles, en sus cifras semanales sobre las reservas en el país, de una baja de los stocks, la tercera consecutiva, así como de un declive de la producción y una demanda sólida de gasolina.
«La confianza parece haber mejorado con la caída de las reservas estadounidenses de crudo, ampliamente relacionada con la temporada de grandes desplazamientos en Estados Unidos», comentó Kash Kamal, analista de Sucden.
No obstante, algunos observadores se mantienen escépticos y dicen que los precios, que habían bajado más de dos dólares el barril el martes y por lo tanto están ahora apenas más altos que al inicio de la semana, pareciera que buscan sobre todo estabilizarse luego de un repunte de alrededor de 15 dólares desde mediados de marzo.