La misma serenidad con que dirigió el mejor Barcelona de la historia, el emblemático centrocampista Xavi Hernández confirmó este jueves su marcha hacia el Al Sadd catarí tras diecisiete años en el club de su vida, donde espera volver.
«Nunca habría imaginado que llegaría esta situación y no quería que llegara, pero es el momento», dijo el jugador catalán de 35 años en una multitudinaria rueda de prensa en Barcelona, donde el futbolista se mostró feliz por su trayectoria y esperanzado en su nuevo proyecto.
No fue una decisión «fácil» pero es «definitiva». «Esta temporada estoy teniendo menos minutos y menos participación, me sigo sintiendo útil e importante, pero es el momento de cambiar de aires», afirmó.
«Me lo dice la cabeza y el cuerpo, aunque no tanto el corazón. Cuesta mucho tomar esta decisión», reconoció el futbolista.
Toda una vida de azulgrana
Le resultará difícil al jugador no ponerse la elástica azulgrana que lucía desde los once años. Desde su debut en el primer equipo en 1998, Xavi acumula 764 partidos oficiales (85 goles) con el Barcelona, un récord absoluto en el club.
Por su vestuario ha visto desfilar estrellas como Luis Figo, Rivaldo, Ronaldinho, Thierry Henry, Lionel Messi o su inseparable Andrés Iniesta y aprendió de entrenadores como Louis Van Gaal, que lo hizo debutar, Frank Rijkaard o Pep Guardiola.
Con poco físico (1,70 metros y 67 kilos) pero una visión de juego y una técnica privilegiadas, este centrocampista, uno de los prodigios del centro de formación azulgrana, representa la esencia de la filosofía de toque y posesión del club.
Pero su trayectoria no fue «un camino de rosas», apuntó, recordando los complicados inicios de los años 2000, donde los entrenadores se decantaban por perfiles más físicos y era duramente criticado por la afición.
«Hemos tenido que luchar contra la cultura futbolística (…) No ha sido una carrera fácil pero soy muy cabezota y esto me sirvió para no bajar los brazos», explicó.
«La manera de entender el fútbol en el Barça es compleja pero he intentado plasmarla en el campo. He sido una pieza importantísima estos años y con eso me quedo», señaló el centrocampista, del Barça hasta la médula.
Un esfuerzo recompensado al final tanto por la afición, que en sus últimas apariciones en el estadio le regaló sonoras ovaciones, como el club, que le ofreció renovar hasta 2018, una propuesta que hizo dudar al jugador.
«No he podido tener mejor carrera. Soy muy feliz de como ha ido la cosa, como he rendido, como he aprovechado mis condiciones futbolísticas», añadió.