«Callar la voz de EL IMPULSO es callar la voz de los ciudadanos”. Así se expresaron representantes de organizaciones civiles promotoras y defensoras de los derechos humanos, quienes acudieron a las instalaciones de EL IMPULSO a fin de expresar su solidaridad con este medio de comunicación, frente a la situación de escasez de papel que actualmente le aqueja.
Nelson Fréitez, miembro de la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la UCLA, manifiestó que históricamente EL IMPULSO ha sido una plataforma permanente para la defensa de los derechos de los ciudadanos. «La lucha contra la impunidad de los cuerpos de seguridad del Estado, que violan el derecho a la vida; las personas que fueron reprimidas y torturadas en las protestas de 2013 y 2014, son casos que han sido reseñados por este diario, quedando así testimonio de estas violaciones. Por ello, nosotros como organización estamos comprometidos con el destino de EL IMPULSO”, señaló.
De igual forma señaló que este rotativo permite que los sectores más abandonados de la población sean visibles, lo que contribuye a ejercer presión por la exigencia de sus derechos: «La población más excluida se ha expresado por EL IMPULSO y eso tiene un valor incalculable”, puntualiza.
Voz y denuncia
Por su parte, el exdiputado Víctor Martínez, del Movimiento de Víctimas contra la Violencia y la Impunidad, señaló que las víctimas de violaciones a los derechos humanos reciben aliento cuando su causa es expuesta ante un colectivo, tal como lo hace EL IMPULSO en sus 111 años de historia.
En este sentido, Fréitez agrega que a Martínez se le han cerrado las puertas de muchos medios de comunicación, mientras que El IMPULSO ha sido constante en la apertura a las denuncias del exdiputado. «Ante un Estado sordo, ciego y mudo frente a la demanda popular, para la víctima, el que un diario exprese su voz y su denuncia, es un inicio de la reparación y contribuye a elevar la moral y a hacer sentir a la gente que hay posibilidad de luchar por la justicia”, indicó.
La asociación civil Fuerza, Unión, Justicia, Solidaridad y Paz (Funpaz) tuvo representación en Andrés Colmenárez, Norbelis Suárez y Ehisler Vásquez. Colmenárez opinó que el gobierno actual busca silenciar a toda una sociedad, a partir de artimañas legales como la adquisición del papel por medio de una alcabala como la Corporación Maneiro. Asimismo, Vásquez exhortó a la población larense a que redoble los esfuerzos de solidaridad con el diario. «En 2013, en similares circunstancias de limitantes al papel, Funpaz, Movicoim y la Cátedra de Derechos Humanos hicieron un pancartazo en protesta ante esa situación. Debemos seguir tomando medidas de este tipo; la gente desde la calle debe seguir dando el apoyo”.
«Entre trabajadores y directivos de EL IMPULSO, hay una dignidad inquebrantable. No se han plegado ni arrodillado ante el poder”.
Los asistentes hicieron entrega de una declaración pública en apoyo a este medio de comunicación.