Llevan dos millones de años mascando casi exclusivamente cañas de bambú, pero los osos panda gigantes no se han adaptado aún a esa dieta, lo que plantea un difícil problema digestivo, según un informe científico publicado este martes.
El sitio internet mBio, en Estados Unidos, anunció que tras haber examinado 45 osos panda gigantes durante un año, descubrió inesperadamente que esos animales tienen un sistema digestivo «totalmente diferente al de otros herbívoros».
Los pandas aun guardan en sus tripas las bacterias que acostumbraban a facilitar su dieta carnívora cuando eran omnívoros.
«A diferencia de otros hervíboros que han logrado que sus aparatos digestivos evolucionen para deconstruir la fibra de las plantas, el panda gigante aún utiliza un tránsito intestinal típico de los carnívoros».
Los panda gigantes pasan 14 horas al día comiendo una media de 12,5 kilogramos de bambú, pero solo digieren en torno a un 17% de lo que consumen.
«Es un resultado inesperado y bastante interesante, porque implica que la microbiota del intestino quizás no está adaptada a esa dieta única, y coloca a los pandas en un dilema evolutivo», explicó uno de los coautores del estudio, Xiaoyan Pang de la universidad Shangai Jiao Tong, informó la agencia Xinhua.
Los osos panda gigantes viven en las montañas del noroeste de China, y son conocidos por su muy baja natalidad, que los convierte en especie bajo amenaza de extinción.