En ocasión de su aniversario, el Grupo Brecha, insignia musical torrense, llegó por primera ocasión a la Sala Alternativa de la Fundación Juan Carmona de EL IMPULSO, con remembranzas de sus tres décadas de tradición musical. Con carisma los artistas evocaron la idiosincrasia de su nativa Carora, elogiaron la música larense y emprendieron todo un periplo sonoro por Venezuela y Latinoamérica.
Pluralidad de voces y ejecuciones magistrales entre cuerdas y percusión se conjugaron, a fin de deleitar al público que colmó el recinto en la acostumbrada cita dominical.
La esencia y el folclor larense protagonizaron el emotivo festín que se prolongó por dos horas.
Dieciséis temas y varias anécdotas sobre el nacimiento de Brecha sedujeron a los melómanos, cautivos por la extraordinaria propuesta musical concebida en los años 80 en el seno de la Casa de la Cultura de Carora.
Aplausos y ejecuciones magistrales, con cinco voces sumadas al encuentro, emergían minuto a minuto, canción tras canción.
Después de estas palabras, los siete virtuosos se pasearon por toda su investigación musical, plena de composiciones de los maestros Don Pío Alvarado, Adelis Fréitez y Celestino Carrasco, así como obras de grandes autores del Continente.
Rosa Mendoza (mezzosoprano), Mirla Navea (contralto), Haydée Álvarez (contralto), Edgar Mejías (director, barítono, cuatro y guitarra) y Elías Torcate (tenor y cuatro) dieron vida a un enérgico repertorio, todo junto a dos amigos e invitados permanentes de Brecha, los músicos Luis ‘Chispa’ Riera (barítono y percusión) y Orlando ‘Pinin’ Riera (bajo).
Entre golpes y clásicos
El conocido Golpe Caroreño, de la autoría de Mejías, dio inicio al periplo sonoro. La cita continuó con Popurrí larense, compendio de recuerdos de Brecha, en el que se fusinaron piezas como La Chaparrita, La Rúa, Pájaro Carpintero y Flor del cacao.
El entusiasmo de los músicos inmediatamente se trasladó a la multitud que acompañó con movimientos y palmadas a Brecha.
Entre anécdotas y canciones prosiguió el concierto con el clásico El sapo, del Roble de Curarigua, Don Pío Alvarado.
Otra obra original de la agrupación torrense extendió la celebración. Se trató de Encantado me quedé, también compuesta por el director de Brecha.
Con Basilia, la agrupación viajó al pasado y perpetuó este tesoro musical, legado por un cultor trujillano, José ‘Cheo’ Suárez.
El ejemplar cancionero larense seguía en la escena. Es así como, complacidos, intérpretes y ejecutantes dieron vida a El duende de la montaña, de Adelis Fréitez y el popular tema Se soltó el diablo en Carora, de Amílcar Segura.
Más leyendas musicales se sumaron al encuentro. Como buenos admiradores de Don Pío, los artistas cantaron El Tamero y La niña Heriberta.
Los cantares y querencias de Carora nuevamente se apropiaron del recinto con Tené Piedad y algunas vivencias del admirable Tino Carrasco.
Con Reverón, del cantor Alí Primera, Brecha se paseó por la memoria colectiva del venezolano en general.
Posteriormente, líricas y ritmos latinoamericanos brotaron con la pieza Como la cigarra, de la poetisa argentina María Elena Walsh.
De la pluma de Rosa Mendoza y arreglos de Edgar Mejías, los asistentes se conmovieron con el reflexivo Canto a la alegría, al amor y a la paz.
Tamunangueando, que aborda la colorida procesión en honor a San Antonio, deleitó a los melómanos posteriormente.
Finalmente, Brecha interpretó el hermoso Uva Uva de Leonardo Torres y a petición del público, entonaron magistralmente Ah mundo Barquisimeto.
Brecha destiló pasión y gratitud, entre vítores y aplausos se despidieron de la multitud.
Emocionados por celebrar treinta años de logros en un espacio de esta casa editorial, agradecieron a la Fundación Juan Carmona por la invitación y recordaron que este medio centenario nació en la querida comarca caroreña.
Antes de concluir con su entrega sonora, los integrantes del grupo obesequiaron a la arquitecta Alicia Feaugas de Carmona, presidenta de la Fundación Juan Carmona, el libro Al divisar el humo de mi aldea nativa, relato autobiográfico del querido guitarrista y maestro Alirio Díaz.
Foto: Dedwison Álvarez