Cannes adora a las celebridades y anoche rindió homenaje a la fallecida cantante Amy Winehouse, con la proyección de un impactante documental sobre el lado oscuro de la fama.
«No creo que vaya a ser famosa para nada», dice Winehouse cuando era adolescente en un fragmento de la cinta «Amy», del cineasta británico Asif Kapadia. «No creo que pudiera controlarla».
La cantante británica era una celebridad mundial cuando murió a los 27 años en julio de 2011 debido a una intoxicación accidental con alcohol.
El sentido de que la artista predijo su suerte agrega patetismo adicional a la cinta, cuya premier mundial se proyectó a la medianoche del sábado al domingo en Cannes.
La música Yasmin Bey, antes conocida como Mos Def, actuó en una fiesta previa a la premier junto con el cantante de jazz Gregory Porter y la nueva artista Cosmina.
Bey dijo que Winehouse era una «amiga querida» y una de las personas «más auténticas» que ella haya conocido.
«Estoy haciendo las canciones que Amy jamás escuchó pero sé que le habrían gustado», dijo Bey, que esparció pétalos de rosa en el piso en honor de la desaparecida artista. «Esto va por ti, cariño».
Kapadia, que dirigió el aclamado documental «Senna» sobre el piloto de Fórmula Uno, Ayrton Senna —otro astro que murió joven— entrevistó a 80 amigos, parientes y colaboradores de Winehouse para la realización de la cinta.
El director pone en capas las declaraciones de estas personas en las imágenes de la artista que corren desde que era niña en adelante.
Winehouse surge como una personalidad vibrante cuya voz conmovedora y letras personales de intenso contenido la convirtieron en una estrella, pero cuyas dificultades frente a la depresión, bulimia, adicciones al alcohol y las drogas se agravaron ante la fama repentina.