Antonio José Graterol, de 31 años de edad, veía un juego de softbol en la playa deportiva de Campo Lindo, en El Tocuyo, cuando lo acribillaron de 15 disparos la tarde de ayer.
Eran las 2:00 pm. Graterol estaba acompañado de un amigo cuando de pronto llegó un carro negro y se bajó un hombre con una subametralladora y sin mediar palabra lo atacó. Los disparos fueron a la cabeza y el pecho. El asesino al verlo inmóvil en el suelo, caminó hacia un carro, se montó y se fueron sin dejar rastro.
Algunas personas corrieron a auxiliarlo, pero estaba muerto. Durante el tiroteo resultó herida, con un disparo en la tibia izquierda, María Virginia Núñez, quien llegaba al sitio en su moto para cobrar un dinero. Yurán Alfonso Mábile Escalona, amigo de Graterol, también recibió un tiro en la clavícula izquierda. Los dos fueron llevados en una ambulancia al hospital Antonio María Pineda de Barquisimeto, donde se recuperan.
El cuerpo de Graterol quedó tendido boca arriba a la orilla de una carretera de tierra. Violeta Graterol, la madre del joven, llegó al sitio desesperada luego que le avisaran que a su hijo lo habían tiroteado. Ella se arrodilló y ahogada en llanto lo abrazó. Luego de algunos minutos se calmó. Uno de los vecinos de la zona sacó una sabana azul y cubrió el cadáver.
La escena fue resguardada por funcionarios de la Policía de Lara. Quince conchas 9mm quedaron esparcidas alrededor del cuerpo. Allí estuvo por más de siete horas hasta que la brigada de homicidios del Cicpc lo recogió en la noche.
La madre, sin moverse de un lado del cuerpo del joven, comentó que Graterol estaba acostado y como a la 1:00 de la tarde, se levantó, se bañó y se fue a ver los juegos de softbol como cada domingo. “Todo fue muy rápido; él salió y como a las 20 minutos me fueron a avisar que lo habían atacado. Me vine corriendo pero ya estaba muerto”.
La mujer agregó que su hijo se ganaba la vida como DJ en la discoteca Casa Mixta de El Tocuyo. “El trabajaba por las noches en esos locales nocturnos, animando a la gente con música. Era un hombre tranquilo y alegre; no tenía problemas con nadie”.
“A él le encantaba esa vida. Tenía muchas amistades, unas buenas y otras malas. En ese mundo se conoce de todo y él tenía que compartir con todos. No se sabe por qué lo mataron”
Con cara de resignación la mujer confesó que cree que la muerte de su hijo va a quedar impune porque no hay justicia. “Eso se va a quedar así; nadie va a investigar el asesinato de mi hijo, porque no se trata de alguien conocido. Así queda la mayoría de las muertes y si llegan a atrapar a alguien, lo liberan a los días porque pagan”, dijo.
Algunos de los residentes aseguraron que varios hombres estuvieron rondando la zona desde tempranas horas en el vehículo negro, del cual bajó el asesino. “Los tres hombres que andaban en el carro estaban muy sospechosos. Miraban para todos lados como buscando a alguien. Pasaban una y otra vez, hasta que le dispararon. Le descargaron más de quince tiros en menos de 20 segundos. Era un arma pequeña con selector parecía una subametralladora”, comentó una de las habitantes del lugar.
Fotos: Simón Alberto Orellana