La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) abre este domingo con primarias sólo en un tercio de los distritos electorales un año crucial de comicios legislativos, en el que intentará poner fin a la hegemonía del chavismo.
El oficialismo, que hará sus primarias en junio en todas las circunscripciones, controla tres quintos de la Asamblea Nacional, lo que le permite sancionar las leyes que envíe el Ejecutivo y le da mayoría especial para otorgar al presidente socialista Nicolás Maduro superpoderes para gobernar por decreto.
Pero el panorama es incierto de cara a estas elecciones que se harán en el último trimestre del año, aún sin fecha precisa. Tras ganar con más del 50% de los votos en las municipales en noviembre de 2013, el gobierno ha perdido apoyo en un contexto de inflación desenfrenada, escasez de más de la mitad de bienes básicos, recesión y una criminalidad desatada con la segunda mayor tasa de homicidios mundial según varias ONG.
Y la popularidad del presidente Maduro ha caído en picada: en los últimos cuatro meses, ha oscilado entre 23% y 25% de aprobación, según sondeos de la firma Datanálisis.
En tanto, la dirigencia opositora parece incapaz de hilvanar un mensaje que enamore o, al menos, movilice al electorado independiente.
La MUD se niega a hacer pronósticos de participación para el domingo, cuando se elegirán 42 candidatos a diputados en 33 de 87 circuitos electorales.
«Si se movilizan menos de un millón de electores, la oposición debe asumir que se enfrenta a un escenario crítico para las parlamentarias», advirtió el analista político John Magdaleno, consultado por la AFP.
En las últimas primarias de la oposición, cuando Henrique Capriles fue electo candidato en febrero de 2012 para enfrentarse al presidente Hugo Chávez, sufragaron tres millones de personas.
Magdaleno considera que la campaña de la MUD ha sido débil. «Mucha gente no sabe quiénes son los aspirantes que se están postulando ni en qué circuitos», dijo. La MUD divulgó esta información a través de su página web y en redes sociales.
Desacuerdos desde el inicio
Elegir a sus candidatos por primarias o por consenso fue la primera fuente de desacuerdo entre los dirigentes de los 29 partidos que integran la MUD.
«El consenso permite que la distribución de candidaturas sea más equitativa», dijo a la AFP José Luis Cartaya, presidente de la Comisión Electoral del bloque opositor, descartando que negociar las postulaciones les reste legitimidad, como alega el oficialismo.
Jesús “Chuo” Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, aclaró que la decisión de optar por el consenso o hacer primarias se tomó en las regiones. «En ningún caso hubo una imposición desde Caracas», justificó ante la AFP.
Pero los principales detractores de esta decisión están dentro de la propia plataforma opositora. En el partido Vente Venezuela, fundado por la exdiputada y líder radical María Corina Machado, insisten en que todas las candidaturas deben ser electas por primarias.
«El consenso es un método arcaico y poco democrático que perjudica a la oposición. Por eso proponemos que se organicen primarias en todo el país antes de que se celebren las legislativas», explicó a la AFP Wiston Flores, coordinador nacional de activismo de Vente Venezuela.
Flores apuntó que muchos dirigentes opositores comenzaron a pelear por los «consensos» cuando vieron esfumarse las posibilidades de acceder a cargos en el Parlamento Latinoamericano (Parlatino).
Esos escaños debían ser electos -como en dos ocasiones previas- mediante voto popular por representación proporcional en un distrito único nacional.
Pero este mes el Consejo Nacional Electoral (CNE) convalidó una propuesta del número dos chavista y presidente del parlamento venezolano, Diosdado Cabello, para que los legisladores al Parlatino sean designados por los diputados de la Asamblea Nacional.
El CNE, que todavía no ha precisado la fecha de las legislativas, limitándose a situarlas en el último trimestre de 2015, facilitará a la oposición las máquinas de votación electrónica para hacer sus primarias, incluidas las captahuellas.
Aunque la MUD le pidió a las autoridades electorales que le entregue la data de los votantes al finalizar la jornada, no pueden garantizar que no se filtre la información sobre quiénes sufragaron. «Si esos datos caen en manos de un tercero será responsabilidad del CNE», apuntó Cartaya
