Alveris Rafael Lugo, de 43 años, se levantó ayer más temprano que de costumbre. Eran las 4:30 a.m., cuando se sentó en la sala con su esposa, hablaron y le dijo que iría a un evento social a servir como mesonero, pero su tarea del día, no se cumplió.
Escucharon los ladridos del perro, mas no imaginaron nada malo. Él se metió a bañar, pero como no había agua, su mujer abrió la puerta del patio para buscarle, en eso entró un sujeto con un arma de fuego y la sometió.
Luego escuchó lo ocurrido e intentó salir calladamente para ir hasta el anexo, al lado de la casa, cono el fin de avisarle a su yerno lo que pasaba pero en eso, otro sujeto lo sorprendió y ahí forcejearon por algunos segundos.
El hombre logró escapar y cuando iba a correr, el primer delincuente que tenía sometida a la mujer, le disparó con la escopeta, causándole la muerte de inmediato. Los malhechores se dieron a la fuga rápidamente.
La mujer al ver el suceso se le tiró encima y gritó en medio del llanto, no podía creer lo ocurrido. Al rato llegaron los familiares y amigos a darle consuelo pero no había nada qué hacer.
Alveris Rafael Lugo, tenía tres hijos grandes y dos nietas pequeñas, sus consentidas. Era un hombre trabajador, bueno y responsable, según dijeron sus familiares.
Era el penúltimo de nueve hermanos, laboró por varios años en diferentes restaurantes del este de Barquisimeto.
Al sitio del suceso se llegaron los funcionarios de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de Lara para iniciar las averiguaciones del caso.