El Festival de Cannes, el mayor mercado del mundo, abrió este miércoles su 68ª edición, entre la pompa y el glamour, con un homenaje a las mujeres y a las actrices.
«Declaro el 68º Festival de Cannes abierto. Gracias a todos», dijo la actriz estadounidense Julianne Moore.
«La mujer, la actriz, es el símbolo del amor sobre el que reposa el cine», dijo el maestro de ceremonias Lambert Wilson.
Fotógrafos, periodistas y curiosos se congregaron en los alrededores del Palacio de Festivales, en la emblemática Croisette, para captar alguna instantánea de las rutilantes estrellas que desfilaron por la alfombra roja.
Catherine Deneuve, protagonista de la película de apertura, Naomi Watts, la israeloestadounidense Natalie Portman, acompañada de su marido el francés Benjamin Millepied, encargado de la coreografía de la ceremonia de apertura, Lupita Nyong’o, o Benicio del Toro fueron algunos de los protagonistas de esta fiesta llena de glamour.
En total, 19 películas aspiran a alzarse con el máximo galardón, la Palma de Oro, el próximo 24 de noviembre, entre ellas, una sola latina, «Chronic» del mexicano Michel Franco, pero rodada en inglés. La también mexicana Salma Hayek aspira al premio de interpretación en la italiana «Il racconto dei racconti», de Matteo Garrone, también en inglés.
Una mujer abre el festival
Por primera vez en 30 años, el trabajo de una mujer se encargó de inaugurar, fuera de concurso, el festival. Se trata del drama social «La tête en haut» (Con la cabeza en alto) de la francesa Enmanuelle Bercot, con Catherine Deneuve en el papel de una jueza de menores que trata de salvar a un joven de la delincuencia.
Su directora lo describió como un «filme documental y de ficción» que no suscitó ningún entusiasmo en el pase a la prensa.
Sin embargo, para Deneuve tiene un «objetivo interesante», como es mostrar el trabajo de jueces y educadores, aunque es consciente de que «no se puede salvar a todos» los jóvenes en dificultades.