Pasearse por el mundo de los gobiernos autocráticos e incapaces es acercarse a las décadas del comunismo euro-asiático, cuando los pueblos se rebelaron contra la opresión representada por líderes mesiánicos en cada uno de los países localizados tras la cortina de hierro, frontera física e ideológica impuesta como el límite preciso entre una sociedad comunista impuesta por unas cúpulas totalitarias y una sociedad capitalista con una libertad integral plena.
Uno a uno estos países fueron liberándose del yugo comunista y uno a uno dejaron para la historia el famoso grito de no volverán a sufrir las penurias de un régimen que como el comunista, conculca las libertades ciudadanas.
Cuando nos paseamos por los métodos que inventa el autócrata tropical para su carcomida robolución, recordamos que los comunistas polacos, cuando se atrevieron por necesidad política a llamar al Sindicato Solidaridad para elegir una Asamblea, por supuesto con la alternativa de que las elecciones solo eligieran a un tercio del Parlamento, se inventaron una tarjeta con los nombres de todos los candidatos a la Asamblea y la preferencia por su candidato se escogía, tachando todos aquellos por los que no pensaba votar, por lo que el glorioso día de las elecciones se escuchaba por toda Polonia el rasgar del lápiz sobre la boleta de elecciones, ganadas éstas por más del 95% de electores.
Los métodos de los comunistas no cambian, podemos encontrarnos con cualquier detalle que inventa maneras de eternizarse en el poder como en Cuba y Corea del Norte.
En este 2012 glorioso, solo nos queda emular al bravo pueblo europeo que en 1989 emergió al grito de los comunistas no volverán a esclavizar a nuestro pueblo.