“Prohibido botar basura” es el mensaje que familias de distintas comunidades leen en paredes
y carteles para tratar de mantener los espacios aseados, y aunque existe la prohibición, la misión es imposible porque la colectividad arroja comida, botellas, cajas, plásticos y otros objetos para no acumularlos en sus hogares.
La situación empeora cada día en sectores del norte y el oeste, donde la mayoría de los habitantes responsabiliza al Instituto Municipal del Aseo Urbano (Imaubar), pero las autoridades han dejado claro que cuentan con pocos camiones para la recolección, sin embargo, activaron un plan de concienciación para que los vecinos aprendan normas básicas en torno a la disposición de los desechos, de acuerdo al día y la hora en que las unidades prestarán el servicio en la zona.
EL IMPULSO pudo constatar que en los sectores populares son inexistentes los contenedores. El artículo
N° 29 de la Ordenanza de Reforma de la Ordenanza Sobre el Instituto Municipal de Aseo Urbano y Domiciliario, lo define como recipientes destinados a la disposición temporal de los desechos y establece las normas básicas que deben cumplirse a la hora de su instalación.
Depende de los usuarios cuando es en el interior de los inmuebles. Si es en zonas donde es imposible el ingreso de las unidades, el organismo oficial se encargará.