Tras el título de las Panteras de Lara ante Gaiteros del Zulia en la Liga Especial de 1983, el segundo equipo profesional de baloncesto que logró alzarse con un título en una liga rentada fueron los Duros de Lara en la liga precursora de la actual Liga Nacional (LNB), conocida entonces como Liga Superior Occidental, en el año de 1992, en una emocionante final frente a las Panteras del Táchira.
Justo cuando se inicia la edición 17 de la actual LNB y cuando se produce el regreso del estado Lara a este torneo mediante la franquicia Generales de Lara, impulsada por Armando Becker, es justo recordar los 20 años que se cumplen desde que aquellos Duros, llamados así por el apoyo de la empresa Blodeca, se convirtieron en campeones. Años después, en 2008, ya en la etapa LNB, unos segundos Duros, impulsados por Solo Deportes y Ender Luzardo, conseguirían el segundo cetro en este tipo de torneos.
Camino luchado
Duros se había quedado a un paso de titularse en 1991 al ceder ante Panteras de Táchira y había deseos de revancha. Sam Shepherd se unió al equipo poco después de jugar los Juegos Olímpicos de Barcelona. Más que por dinero, venía a Barquisimeto por compromisos con amigos y por amor al juego. Sería dirigido por dos grandes estrategas del patio, Oscar Silva y Giovanni Fraíno.
Junto a él, Diego Vásquez se cernía como figura, aunque una lesión lo aquejaría durante el torneo. Tyrone Lee, un flaco pero ágil ala pívot y centro quien tenía contrato para irse a Suiza, también fue figura esencial. Fue Gustavo Borromé, otro guaro, el jugador de mayor regularidad, mientras que Silverio Leal jugaba su último torneo como profesional. Otra cuota de experiencia provenía del armador Luis Terán.
Otros jóvenes valores locales como Cruz Salcedo, Emiro Hernández José “el Zurdo” Colmenárez y Héctor Escudero unían esfuerzos con Ramón Báez, fundador del equipo y el espigado José Ángel Hernández para hacer del equipo uno muy competitivo. Otros pilar en la toma de rebotes era Carlos Arismendi y el aragüeño Rafael Romero complementaba una plantilla balanceada.
Duros se distinguió incluso por ofrecerle un histórico contrato profesional a Diego Guevara, estrella del baloncesto infantil y quien con apenas 15 años de edad, se unió al equipo para aportar velocidad y puntería desde la línea de tres puntos. Ese año los rivales fueron Panteras del Táchira, Motilones de Cúcuta, Kuikas de Trujillo, 5 Águilas Blancas de Mérida y los Lanceros de Barinas.
Temprano en el torneo los Duros sufrieron por la tardía llegada de Sam Shepherd y Tyrone Lee y por la lesión de Diego Vásquez, pero luego emparejaron y al final de la campaña regular tuvieron la oportunidad de terminar en la cima, pero perdieron 2-1 en el Napoleón Rodríguez la serie de cierre ante Panteras del Táchira, que tomó el primer puesto 20-10 y relegó a Duros al segundo con 19-11.
Giovanni Fraíno y Juan Yajure tomarían el mando para las instancias decisivas y Duros logró sortear a los Motilones de Cúcuta en seis partidos, mientras que las Panteras necesitaron de siete duelos para dejar atrás a los Kuikas de Trujillo. Se reeditaba la final de 1991 y llegaba la hora de los hombres.
Venganza consumada
Los larenses dieron un golpe al ganar el primer juego en el gimnasio Arminio Gutiérrez Castro de San Cristóbal, el 8 de diciembre de 1992, 101-85. El “Zurdo Colmenárez anotó 20 puntos, Sam Shepherd agregó 18, Tyrone Lee 15 y Cruz Salcedo 12 para contrarrestar los 25 de Ramsés Ibarra y los 21 de José “Maravilla” Mora. Panteras igualó 1-1 al ganar la noche siguiente, 101-89.
De regreso a Barquisimeto, Duros se adelantó 2-1 con victoria 105-89 (58-42). La clave estuvo en neutralizar al estadounidense John Leroy y al trinitario Harold Wright. Al día, el sábado 12, repitieron la dosis 117-110 con 35 puntos de Sam Shepherd, 21 de Carlos Arismendi y 18 de José Ángel “El Extintor” Hernández. John Leroy anotó 24, Ramsés Ibarra 16 y Rogelio Zurita 12 por los derrotados, cuyo coach era Pedro Vásquez.
Así, el domingo 13 de diciembre, se consumó el triunfo 99-83 (46-41) con el cual alzaron la copa ante su público. Antes de se juego se despedía en un emotivo acto Silverio Leal del deporte activo. El triunfo fue reseñado por EL IMPULSO como “el merecido aguinaldo para el deporte larense”, cuyo IND local vivía una crisis económica.
Para el recuerdo quedará que tanto los Duros como las Panteras prometían ingresar a la Liga Especial (luego Liga Profesional) para el año 1994 y habían hecho gestiones ante la hoy desaparecida Comisión Nacional de Baloncesto (Conabaes). No pudo ser. Ese título impulsó el nacimiento de la escuela Duritos de Lara en enero de 1993. Fraíno y Leal serían sus primeros coaches.
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