Desde Anzoátegui, donde gobierna quien cuando ejercía liderazgo de posición por el año 2000 increpó al hoy difunto comandante de haberse fumado “una lumpia”, el mismo que en el Congreso Nacional condenó el golpe del 4F92 e inicialmente respaldó la acusación de magnicidio; su ahora camarada Presidente prometió el 22 de abril que el 1ro de mayo provocaría “un revolcón económico”. Adelantó que para “defender la Patria el Estado Mayor está trabajando bajo mi rectoría de un plan especial”
Reiterativo fue en dicho anuncio y en ataques contra “la oligarquía pelucona, especuladora, parásita, ladrona”. Recalcaba también que una de las medidas podría incluir encarcelamiento de dirigentes empresariales.
«Si hay que construir una nueva cárcel para meterlos a todos allí, estoy decidido a hacerlo».
A rendir punto de cuenta al presidente de Cuba Raúl Castro viajó a La Habana Nicolás Maduro, quien además fue llevado a presenciar la celebración del Día del Obrero. Para sorpresa aleccionadora del legatario del idolatrado “Comandante Supremo Eterno”, en el desfile de los trabajadores antillanos participaron 285 ciudadanos de EEUU, quienes formaron la mayor delegación de 68 países invitados. Le seguían Francia con 209 y entre 28 latinoamericanos Uruguay, 127; Chile, 121 y Argentina 102, según relación de www.cuabadebate.cu.
Ejemplar para el seguidor castrista fue la magnitud de la concentración. El mismo régimen aseguró que Plaza de la Revolución sería escenario del mayor desfile de todos los tiempos.
Demasiado grande para la tribuna de la plazoleta caraqueña O’Leary, que ni siquiera pudo ser llenada con gente movilizada de todo el país y los colectivos motorizados, fue la pancarta que le endosaron en La Habana a Maduro.
La escuálida concentración clamaba el publicitado revolcón que le desaprobaron en Cuba. La excusa expresada por Maduro en su discurso fue que “a la clase obrera venezolana todavía le falta mucho en organización, en preparación para asumir la conducción económica de la patria, para construir el socialismo y para vencer a los pelucones en la guerra económica”. Ningún impacto positivo causó el aumento salarial siempre anunciado por el Jefe de Estado.
Se incrementó en 30% (Bs 1.799, 18) que hizo extensivo a la Fuerza Armada, distribuido así: un 20% a partir a partir del primero de mayo y el 10% desde el primero de junio. Los Bs.5.622,48 pasarán a 6.746,9 en el primer paso y a 7.421,6 en definitiva. No faltaron abucheos de los mismos rojos rojitos de la concentración.
Según el secretario general de la CTV, Manuel Cova, beneficiados resulta una minoría, pues casi 7 millones del sector formal de la economía no obtendrá dicho aumento.
El trabajador recibirá Bs 59,97 diarios que le apenas alcanzará para un cafecito de panadería, pero no para un cachito ni para un refresco de lata.
Para el diputado de Bolívar Freddy Valera, “no alcanza ni para comprar una empanada, pues solo cubre el 75% del popular desayuno”.
Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica precisa que no se puede comprar una arepa rellena.
“El aumento se lo va a comer la inflación”, que pronostican para este año a 130%. No logrará ni comprar un dólar Simadi
El revolcón de quien se dice ser presidente obrero fue contra los trabajadores.
Al MARGEN: Marea Socialista sigue guardando distancia con el militarismo castrista, al anunciar postulación de candidatos propios a elecciones
