Los brigadistas se encontraban ubicados en las puertas de emergencia, dirigiendo hacia sitios seguros a las personas que actuaban voluntariamente.
En el curso del evento, una persona simuló haber sufrido una caída en uno de los comercios allí ubicados y luego de haber sido auxiliado se le trasladó, de manera simulada, a un centro asistencial.
Al culminar el evento, muchos de los que estaban como espectadores aplaudieron a los participantes, reconociendo la importancia de estar preparados para cuando se pueda presentar una emergencia, un temblor o incendio.
Explicó posteriormente, que en el evento fueron desalojadas satisfactoriamente unas 1.300 personas y 300 vehículos que se encontraban en los sótanos.
En total estuvieron en acción 45 brigadistas, además de otros voluntarios o colaboradores.
La práctica fue considerada muy positiva.
Aunque la mayoría de los visitantes del Sambil aplaudió el simulacro, algunos no estuvieron de acuerdo. Suárez explicó que el ciudadano debe tener cultura de riesgo y conocer las previsiones que siempre deben tomarse para evitarse males mayores cuando se presente un temblor u otra emergencia.