La Antártida es un vasto territorio desértico e inhóspito, de planicies, montañas, volcanes y abismales grietas bajo un manto helado, en cuyos mares periféricos flotan colosales témpanos de hielo como islas; un territorio donde los vientos pueden soplar a más de 200 km/h y las temperaturas descender a casi 90 ºC bajo cero. La conquista de este continente aparecía en las primeras décadas del siglo XX como un ineludible desafío para el hombre occidental. Dos hombres entraron en competencia por la conquista de Polo Sur, Robert Falcon Scott, quien murió junto con su equipo conformado por cinco acompañantes y Roald Amundsen, quien fue el primer hombre en alcanzar la meta en la conquista de Polo Sur.
¿Qué hizo que uno de estos hombres alcanzará su sueño y preservara a su equipo, mientras el otro pereciera en la carrera? ¿Qué podemos aprender sobre liderazgo y la conquista de nuestros sueños de estos dos hombres?
De acuerdo a Irina Izaguirre y otros estudiosos como Edward J. Larson, la gran diferencia estratégica entre ambas expediciones fue que Amundsen basó su transporte exclusivamente en trineos con perros groenlandeses, mientras que Robert Falcon Scott contó con el uso de caballos mongoles. Amundsen decidió sacrificar varios perros antes de llegar al polo y almacenar la carne para el regreso; esta estrategia le permitió aminorar el peso del alimento de los perros y asegurar la alimentación de los animales supervivientes en el viaje de vuelta. Todos los caballos de Scott murieron y el equipo tuvo que valerse de su propia fuerza. Además, Scott agregó en el último momento un miembro extra en el equipo, lo que motivó un desajuste en las raciones alimenticias.
Mientras que Amundsen realizó un viaje eficaz y sin grandes contratiempos, Scott llegó con graves penurias al polo, encontró la tienda de Amundsen, y tanto él como su equipo fallecieron durante el viaje de regreso debido a su falta de preparación, ropa inadecuada y ausencia de víveres suficientes. Además también tenían problemas internos. Así Lawrence Oates se enfrentó con Scott en varias ocasiones, por temas relacionados con la forma de dirigir la expedición, una vez escribió en su diario: «No me gusta nada Scott y lo tiraría todo por la borda si no fuera porque somos una expedición británica… Scott no actúa con rectitud, su primera preocupación es él mismo, el resto no le importa…». Oates se dejó morir para no entorpecer la marcha de Scott, quien quizás no hubiera muerto de haber seguido los consejos de Oates.
No es un asunto de suerte
Tuve el privilegio de escuchar al experto en empresas Jim Collins quien habló sobre estos dos hombres, mostrando las diferencias entre los líderes comunes y aquellos que tienen un promedio de diez sobre diez. Los líderes fuera de serie son realistas y aceptan, sin quejarse, que se enfrentan a fuerzas fuera de su control, que no pueden predecir con exactitud los acontecimientos, y que nada es seguro, sin embargo, rechazan totalmente la idea de que la suerte, el caos, o cualquier otro factor externo determinará si tienen éxito o fracasan.
Reconocen el valor del trabajo inteligente y el esfuerzo, valoran a las personas y oyen a quienes tienen experiencia. Como líder aprenderás de los errores o de tus mentores. Las experiencias propias nos son la única forma de aprender en tu carrera, gracias a Dios podemos aprender de las experiencias de otros. Las experiencias dolorosas pueden ser recicladas y se pueden prestar a quienes tienen un corazón abierto y decidido a buscar la mentorización. Esta característica le dio una ventaja que significo preservar la vida a Amundsen, quien en sus viajes a Canadá estudió a los habitantes locales llamados netsilik para aprender sus técnicas de supervivencia, algo que lo llevó a adoptar sus vestiduras. También de ellos fue que aprendió el uso de trineos con perros de tiro. Por el contrarío Scott, no buscó la experiencia de los pueblos que habían vivido durante siglos en las zonas más frías de la Tierra, por ello uso pequeños ponis, un error que le costaría la vida.
Busca mentores
y entrenadores
Buscar el consejo y atenderlo es una característica de los líderes fuera de serie, ellos saben que llegan más lejos y más rápido con la ayuda de entrenadores, no temen ser siempre alumnos dispuestos, no importando la posición o el cargo que ostenten. Como lo dice el Rey Salomón: «Al necio le parece bien lo que emprende, pero el sabio atiende al consejo.» (Proverbios 12:15) También al hablar de los conquistadores de cimas, escribe: «El sabio conquista la ciudad de los valientes y derriba el baluarte en que ellos confiaban.» (Proverbios 21:22)
Los líderes 10X muestran tres comportamientos básicos que, en combinación, los distinguen de los líderes de las compañías comparables con menos éxito:
•Disciplina fanática:
Los líderes fuera de serie muestran extrema coherencia de acciones con sus valores, metas, normas de funcionamiento y métodos. Son totalmente inquietos, monomaníacos, e inflexibles en el enfoque en sus misiones. Ellos crecen donde Dios los ha sembrado, no creen en el adagio de buscar otra misión si no alcanzas la que recibiste. Tienen un «para que hago lo que hago» muy claro, que define todas sus acciones, no cambian las cosas sólo por complacer a otros. La mediocridad no consiste en la falta de deseo de cambio, sino la inconsistencia crónica.
•Creatividad empírica:
Cuando se enfrentan a la incertidumbre, lo líderes 10X no ven primero a los demás, la sabiduría convencional, las figuras de autoridad, o a los compañeros en búsqueda de dirección; sino que primero buscan la evidencia empírica. Se basan en la observación directa, la experimentación práctica, y el compromiso directo con la evidencia tangible. Hacen movimientos audaces y creativos desde una base empírica sólida. Son observadores poderosos, comprenden que aquellos que les hace diferentes es el tipo de observador que son. Ellos combinan disciplina más creatividad. El reto no es llegar a ser más creativos, sino eliminar los obstáculos de la creatividad, lograr que la disciplina aumente tu creatividad y no la reprima.
•Productiva paranoia:
Los líderes fuera de serie mantienen una hipervigilancia, quedando muy a tono con las amenazas y los cambios en su entorno, incluso, especialmente cuando todo va bien. Ellos asumen que las condiciones se volverán contra ellos, quizá en el peor momento posible. Ellos canalizan su miedo y preocupación a la acción, preparándose, desarrollando planes de contingencia, construyendo parachoques, y manteniendo amplios márgenes de seguridad. Ellos están dispuestos a cambiar lo bueno por lo mejor, no esperan que llegue el momento es que las cosas queden en desuso, si no está roto lo rompen. Saben cuando el queso se está acabando para moverse en busca de una nueva fuente, eso sí, no pierden su misión.
Detrás de los tres comportamientos básicos de los líderes fuera de serie está una fuerza motivadora: la pasión y ambición por una causa, una visión trascendente o una empresa que es más grande que ellos mismos. Tienen egos, pero sus egos se canalizan dentro de sus empresas para sus propósitos, no para el engrandecimiento personal. Atrévete a ser uno de ellos adoptando estos comportamiento y practicándolos continuamente. Esfuérzate y Hazlo. Nos escribimos por el twitter: @reajose
