Todos los problemas del sistema penitenciario nacional tienen su fuente en la mala gerencia por parte del Estado venezolano, afirmó este lunes el director del Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado.
A propósito de la situación de rehenes presentada este lunes en el centro de detención de la Policía Nacional Bolivariana en Catia, al oeste de Caracas, el defensor de derechos humanos afirmó que el hacinamiento y las malas políticas son el detonante de los hechos como éste, en el que murió un recluso.
El motín culminó la tarde del lunes con la liberación de un PNB retenido por los internos.
Con los rostros cubiertos con telas, se instalaron en una de las azoteas de la edificación para protestar por las condiciones de hacinamiento en el centro, las fallas en los suministros de alimentos y agua, y el retardo procesal.
«Después de la demolición de La Planta, en Caracas no hay cárceles, por lo que ahora estan supliendo ese papel los centros de detención policial: de la Policía Nacional Bolivariana, el Cicpc y las policías municipales. Esos sitios no tienen las condiciones para albergar la cantidad de personas que envían, donde los reos no tienen asistencia médica ni alimentación ni agua potable y ni siquiera ventilación. Los detenidos dependen exclusivamente de lo que les llevan sus familiares. El hacinamiento en los centros de reclusión en Venezuela ronda el 240%», manifestó.
Prado explicó que los hechos comenzaron a gestarse este domingo, cuando en el interior del centro de detención fue asesinado un hombre que estaba procesad por violación. «Cuando la PNB intentó tomar el control, los reos tomaron a dos funcionarios como rehenes a cambio de la presencia de la ministra para hacerle sus peticiones. ¿Qué solicitaba ese grupo de internos? Que los trasladaran de allí a una cárcel», expresó.
«El problema viene porque ese centro de detención está pensado para 50 personas, y tiene 170. Controlar a esa cantidad de personas requiere ciertas condiciones de supervisión y vigilancia, entonces ponen a policías, que no tienen ninguna capacitación ni formación para la atención de reclusos, arriesgándose a sucesos como el ocurrido en Catia. Yo pienso que todos los problemas que tiene el sistema penitenciario venezolano son generados por el Estado. No hay una coordinación entre el poder nacional, estadal o municipal, y la que hay lo que hace es entorpecer el proceso», afirmó el director del OVP.
Dada la escasez de cárceles en el área metropolitana de Caracas, los procesados están condenados a permanecer en los centros de detención policial hasta que se les dicta sentencia, lo cual puede tardar varios años, o bien son enviados a centros de reclusión lejos de su zona.
Finalmente, el activista resaltó que hasta que no se cambie las políticas de estado para agilizar en lugar de entorpecer la estancia de los procesados en las cárceles, casos como el de Catia seguirán sucediendo.
«Va seguir sucediendo por la ineptitud, la incapacidad, la ignorancia y la impericia de tener un Estado que no sabe absolutamente nada de política criminal», afirmó.