La delincuencia sigue galopando y haciendo de las suyas, sin importar a quién se lleva a su paso, destrozando hogares. Este fin de semana se cometieron nueve homicidios en la entidad larense, todos en el municipio Iribarren, las zonas oeste y norte de la ciudad.
El primer homicidio cometido el fin de semana fue el de Xavier José Medina Arteaga (21), era reservista y alumno del curso de Guardia de Honor, quien fue asesinado de once disparos en el sector Brisas del Valle, en Tamaca al norte de la ciudad.
El hecho sangriento fue cometido por un sujeto que estaba celoso porque el reservista salía con su ex pareja y se produjo a las 4:30 de la madrugada del sábado.
Ese mismo día, a las 6:50 de la mañana, un disparo marcó una tragedia para la Guardia del Pueblo y es que su compañero, el sargento mayor de Segunda, Antonio José Bastidas Chávez (42), fue ultimado de un tiro en la cabeza, tras entregar su arma de fuego a un par de delincuentes.
La víctima no opuso resistencia. El homicidio se produjo en la carrera 12 de la tercera etapa de la urbanización Rafael Caldera, al oeste de la ciudad.
La tercera víctima fue José Antonio Aricuco (51), fue interceptado en la carrera 30 con calle 48, a pleno mediodía y tras oponerse al robo de su vehículo fue asesinado de un disparo en la cabeza. En la tarde de un disparo en la región frontal y glúteo izquierdo, le quitaron la vida a Jorge Isaac Pérez Sánchez (27), hecho cometido en la carrera 24 con calle 42 a las 4:30 de la tarde. Por este crimen dos mecánicos fueron detenidos por Polilara como presuntos responsable.
Identificados
Posteriormente fueron encontrados dos cuerpos sin vida, uno en San Jacinto y el otro en la vía Cordero de Tamaca, este último respondía al nombre de Yefri Soto de 19 años, apodado “El Chino”. Fue identificado por su familia quien confirmó que vivía en Cerro Gordo.
La mañana de ayer, hasta la morgue llegaron los familiares de Darwin Alexis Oropeza Querales (35). Buscaban a su ser querido que estaba desaparecido y al pasar constataron que allí estaba resultó ser el joven localizado en San Jacinto, a quien asesinaron de un golpe en el cráneo, aparentemente utilizaron una botella para cometer el crimen.
Según relató Alexis Oropeza, padre de la víctima, su hijo residía en el sector José Félix Ribas, junto a su esposa. Ella lo llamó el domingo para saber si el joven estaba con él, pero no le mencionó que estaba desaparecido, sino hasta el día de ayer que lo llamaron para decirle que lo mataron.
Era el segundo de cinco hermanos. Se ganaba la vida como comerciante con la venta de forros de celulares en el centro de la ciudad e incluso allí fue donde lo vieron por última vez.
Con su muerte deja cinco hijas huérfanas de padre, tres de ellas menores de edad.
La víctima fatal pagó servicio y hace diez años estuvo detenido por el delito de robo en modo de arrebatón, delito por el cual fue condenado en el año 2005, según citan las páginas del Tribunal Supremo de Justicia.
La última víctima fatal del sábado fue Eudis José Marchan (26), conocido como El Niño, ultimado en el barrio Bolívar. Este joven tenía dos antecedentes uno por droga y el otro por porte ilícito de arma de fuego.
Dos el domingo
Carlos Alberto García Giménez, (27), conocido como Carlitos, fue asesinado en Portachuelo, en Carorita, a las dos de la madrugada del domingo y Eduardo Andrés Romero Baldayo (31), ultimado de tres disparos en el sector La Playa de El Cují, al norte de la ciudad.
Cabe destacar que el fin de semana pasado se registraron siete crímenes.