La píldora masculina es uno de los objetivos anticonceptivos que se buscan desde hace décadas. Pero al parecer no resulta tan sencillo conseguir un efecto eficaz, seguro y temporal. A los sistemas que están surgiendo últimamente se une uno que parece que pudiera resultar definitivo. Consiste en utilizar el compuesto JQ1, creado inicialmente para combatir el cáncer.
James Bradner, del Dana-Farber Cancer Institute, comprobó que en los ratones tratados con él se bloqueaba el BRD4, causante de algunas formas de cáncer. Pero en la Universidad de Columbia comprobaron también que los ratones a los que les faltaba la proteína BRDT eran infértiles.
Juntando ambos estudios comprobaron que ocurría inyectándole el JQ1 a ratones sanos. El resultado es que en su esperma, los espermatozoides eran escasos y poco móviles, lo que los hacía infértiles.
A partir de esto aseguran que se podría desarrollar un medicamento oral que produjera un efecto temporal mucho más eficaz y sencillo que otras soluciones que se están planteando.
Pero claro, de esto a una pastilla comercial que te esté esperando en la farmacia queda tela, por lo que todavía te quedarán unos cuantos años poniéndote el chubasquero si no quieres tener más hijos secretos que Pajares y Quagmire juntos.