Atlético de Madrid y Real Madrid firmaron el martes un empate 0-0, que deja el desenlace de los cuartos de final de la Liga de Campeones para el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu la próxima semana.
Jan Oblak se convirtió en la figura inesperada del Atlético. El arquero esloveno, que casi no contaba para Diego Simeone hace un mes, mantuvo con vida a los rojiblancos con varias intervenciones decisivas en la primera mitad, dominada por el conjunto merengue. El Atlético mostró otra imagen en la segunda parte, pero lejos de su mejor versión.
El Madrid disparó ocho veces entre los tres palos por solo dos del Atlético.
«Es el resultado mejor de los peores», dijo el técnico del Madrid Carlo Ancelotti. «Creo que sobre todo la primera parte hemos merecido más que un 0-0. La segunda parte ha sido más igualada».
Lo mejor para el Atlético fue mantener su portería a cero. El Madrid sigue sin ganar al Atlético desde la final de la Copa de Europa el año pasado en Lisboa, pero se mostró superior en juego y ocasiones y corrigió los desajustes que le han llevado a perder cuatro de los últimos siete derbis.
«La eliminatoria está abierta», señaló el técnico argentino Diego Simeone. «El primer tiempo el rival jugó mejor, fue más intenso, tuvo situaciones y un gran Oblak pudo responder».
El Vicente Calderón rugió para recibir a sus jugadores en una noche de emociones fuertes y el pesado recuerdo de Lisboa, donde un gol de Sergio Ramos sobre la hora inclinó la balanza en favor del Madrid. Pero como si fuera una continuación de aquella final, el Madrid pudo adelantarse nada más comenzar el partido.
Diego Godín se hizo un lío en la salida de balón, Gareth Bale le robó la cartera al zaguero uruguayo y, libre de marca, se plantó solo ante Oblak. El arquero tapó el mano a mano cuando la afición madridista cantaba el gol.
El susto inicial paralizó al Atlético. El Madrid tomó el mando y empezó a encerrar a los de Simeone en su área. Pero faltó precisión en el remate. Las cabalgadas de Dani Carvajal y Marcelo hasta la línea de fondo no encontraban ni a Cristiano Ronaldo ni Karim Benzema. Y el Atlético, más cómodo en el repliegue, esperaba oportunidad para salir a la contra.
Pero esa ocasión tampoco llegó.
Ancelotti plantó el 4-3-3 con tridente ofensivo y contrarrestó la inferioridad numérica en el medio campo con el trabajo de James Rodríguez y Toni Kroos. El colombiano se multiplicó en defensa para tapar al turco Arda Turan, mientras que Kroos no dejó respirar a Koke. Sin sus futbolistas más creativos, el Atlético de desinfló.
Un potente zurdazo de Bale chocó contra el inspirado Oblak. Poco después, James enganchó un rechace fuera del área con el exterior de su pierna izquierda y de nuevo Oblak acertó a despejar el balón que entraba raso por su palo izquierda.
Acto seguido, Mario Suárez habilitó a Antoine Griezmann tras un mal despeje de Ramos. Pero el francés disparó blando desde el balcón del área y no puso en demasiadas dificultades a Iker Casillas.
«Oblak ha hecho un gran trabajo», admitió Ancelotti. «Pero tenemos confianza por el partido jugado, lo que ha mostrado el equipo y tenemos confianza para vuelta».
La acción del partido se concentró en la primera parte. Atlético salió con otro talante tras el descanso. Una clara ocasión de Benzema, que quiso dejar de tacón a Bale cuando tenía el disparo franco fue la última gran oportunidad merengue.
Las faltas comenzaron a sucederse y el ritmo de juego bajó notablemente. Ancelotti retiró a Benzema por Isco y Simeone respondió al ajedrez con Raúl García en lugar de Griezmann. La salida de Fernando Torres por Koke dio alas al Atlético, que empujó al Madrid al límite en los últimos 10 minutos.
Torres y Mandzukic incrementaron la presión, mientras sus rivales mostraban síntomas de cansancio. Los rojiblancos estuvieron a punto de encontrar el premio del gol en un par de jugadas embarulladas dentro del área. Pero Casillas y la defensa conjuraron el peligro y el empate sin goles dejó las espadas en alto para la vuelta del Bernabéu.
Marcelo y Suárez, que vieron cartulina amarilla, se perderán el encuentro por acumulación de amonestaciones.
«Lo mejor del partido fue la reacción», señaló Simeone. «Un equipo cualquiera lastimado como el nuestro en la primera mitad cede. Pero el equipo nuestro reaccionó, cambió la intensidad y el juego».
«En la vuelta tenemos que estar con una intensidad mayor de la que tuvimos», agregó.
Para Iker Casillas, el capitán y arquero del Madrid, «la eliminatoria está bonita y atractiva y cualquier equipo tendrá sus opciones en la vuelta».
