El Museo de los Niños de Caracas celebra 30 años de historia; tres décadas de sonrisas, alegrías, amigos guías, conocimientos, aprendizaje e innumerables satisfacciones para todos aquellos que – por mucho o poco tiempo – dedicaron parte de sus vidas a esta querida caja de colores ubicada en Parque Central de la capital.
Una mágica estructura que se instaló en el sentimiento de todos los venezolanos desde el primer día que abrió sus puertas, 5 de agosto de 1982; y que se convirtió en una parada indiscutible para cualquier visitante de la gran Caracas.
EL IMPULSO conversó con una de los miembros más longevos de esta institución, el encargado de El Planetario Museo de los Niños, José Miguel Cabeza, quien tiene 20 años en este centro de aprendizaje.
Con regocijo expresó que está feliz de formar parte de esta gran celebración, y de integrar con orgullo a la familia que enseña jugando. Sus palabras reflejan el amor por su trabajo, y entre risas, recuerda infinidad de anécdotas que ha vividas junto a Museíto, ese pequeño travieso que ha conocido a más de seis mil amigos guías, todos amantes del Museo de los Niños.
Sobre su experiencia en el museo manifestó: “Es una escuela donde aprendemos mucho. Una institución que me ha brindado una enseñanza invaluable, no sólo en lo profesional, sino como personal”.
¿Cómo describiría sus 20 años en el museo?
El museo fue mi primer contacto laboral, con horario y asignaciones, que me permitió crecer como persona, porque era muy tímido y me costaba dirigirme a los demás, pero aquí aprendí las herramientas necesarias para la enseñanza, superé el miedo escénico y me convertí en el responsable del Planetario.
¿Cómo ha cambiado el museo?
En un mundo donde predominan los avances tecnológicos, el museo no se puede quedar atrás, debemos estar actualizados; por eso, constantemente nos estamos adaptando a las nuevas exigencias del presente, ya que nuestra misión es servir como un complemento a la educación básica, pero en un ambiente no formal, sino en un centro más dinámico donde los educadores encuentran apoyo para transmitir los conocimientos.
¿Qué actividades están programadas para celebrar 30 años de historia?
En este mes de aniversario, los niños entran gratis el día domingo. Otra de las cosas que hicimos fue un reencuentro con los ex amigos guías. El año pasado cuando el museo cumplió 29 años, la presidenta, Mireya Caldera, se le ocurrió que debíamos invitar a todo esos jóvenes que de una u otra manera han aportado esfuerzo y entusiasmo a esta casa; por eso, invitamos a todos los ex amigos guías a ser parte de un recorrido por la institución, y que fueran testigos de los cambios del museo. También para que ofrecieran sus testimonios de cómo influyó el museo en sus vidas.
Homenaje a su creadora
En este aniversario se le está rindiendo un homenaje a quien fue el artífice de esta hermosa realidad, su fundadora, Alicia Pietri de Caldera, quien con tenacidad y amor a los niños hizo realidad su sueño.
Tras ocho años de conceptualización, diseño y búsqueda de un lugar apropiado para instalar un museo diferente a todos los demás, el 5 de agosto de 1982 abrió sus puertas este espacio dedicado a los niños, quienes serían los protagonistas de todas las exhibiciones bajo el eslogan aprender jugando.
Un espacio que sería libre para interactuar, ya que todo lo podrían tocar; y de este modo, poder descubrir los principios de la ciencia, despertar sus inquietudes y vocaciones, que luego serían de gran importancia en el desempeño de sus vidas profesionales.
Cabe destacar que El Museo de los Niños de Caracas es un orgullo y patrimonio de Venezuela, el cual debemos cuidar para que perdure en el tiempo.
