Hace nueve años se inundó el área de farmacia del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp), lo cual conllevó a que los medicamentos y el personal farmacéutico fuera reubicado en el antiguo comedor del hospital, espacio con precarias condiciones de higiene y seguridad.
Así lo expreso Ana Polanco, farmaceuta del Hcuamp, quien se encarga de solicitar y distribuir las medicinas, además de realizar la relación de los psicotrópicos y neuróticos.
La doctora explicó que la inundación del espacio original destinado a farmacia, ocurrió como consencuencia de trabajos de remodelación que se realizaban en el piso de arriba, lo cual generó que de manera progresiva se llenarán de agua, hasta que fue necesario desalojar el lugar, el cual hasta hace poco era usado como “archivo y resguardo de materiales de construcción”.
Expresó que desde el mes de febrero del presente año, Corpolara asumió los trabajos de remodelación del espacio. Sin embargo, no conocen cuando serán concluidos para la reubicación y tampoco si tendrán disponibles la estantería, recursos que Polanco calificó como “vitales según las normativas”.
A raíz de esa situación, los trabajadores de farmacia han tenido que mantenerse laborando en condiciones donde predominan “la oscuridad y los zancudos”, debido a que se encuentran cercanos al sótano, donde llevan “todo lo que no sirve”. Dijo que apenas el mes pasado, les llevaron luces fluorescentes despúes de múltiples solicitudes ya que había mucha oscuridad.
De igual forma, expresó que han realizado presupuestos para la colocación de 100 metros de cable, ya que para el acceso a las computadoras, tienen conectados un cable directo de alta tensión, pero no han recibido respuesta y “hay escasez en el mercado”.
Además, dijo que tres de los cinco refrigeradores disponibles se encuentran dañados y que deben colocar los medicamentos en las mesas del antiguo comedor que dejo de funcionar hace unos 15 años, porque no pueden colocarlos en el piso.
Insumos
Con relación a los insumos, manifestó que desde hace tres meses dejaron de tener Ketaprofeno, antibiótico para el dolor, así como Cefazolina, el cual dijo estar “agotado en el mercado”, y es necesario para cualquier proceso infeccioso, por lo cual era usado en todos los servicios del hospital.
También mencionó que actualmente solo disponen de 50 cajas de solución fisiológica que contienen 35 frascos cada una, y que solo durante el fin de semana la emergencia del hospital solicita unos 50 frascos.
Sin embargo, dijo que el Ministerio de Salud envia insumos con regularidad, pero esto no cubre la demanda, aunado a que los proveedores “ofrecen pocos insumos”.
Polanco manifestó preocupación por la estantería del espacio que pronto ocuparán, ya que los antiguos fueron llevados al sótano y es “muy costoso” fabricar unos nuevos, lo cual representa un factor imprescindible para la colocación de los medicamentos.