En un recorrido por la ciudad, es notable la deplorable situación en la que se encuentran diversos ciudadanos.
La mayoría de estas personas no tienen un hogar, por lo que no les queda otra opción que dormir en lugares públicos como plazas, iglesias, parques, entre otros lugares.
Se encuentran desmotivados por inconvenientes familiares, adicciones de alcohol y droga, problemas sociales o económicos, han hecho que tomen la decisión de ir por la vida sin tener donde pasar la noche para refugiarse del frío.
Hay quienes sufren de enfermedades graves, los cuales tienen que ser tratados a tiempo para tener una recuperación exitosa. De no ser atendidos podrían tener graves consecuencias o en su defecto, la muerte.
Entre ellos está un individuo que frecuenta la plaza Los Ilustres de Barquisimeto, quien tiene problemas con el hígado por tanto ingerir bebidas alcohólicas, cada mañana amanece con el rostro inflamado.
Un señor de 57 años, cuya identidad no quiso dar a conocer, manifestó que “yo como lo que la gente me quiera dar, algunas veces me dan una empanada, otras veces pan, y así me mantengo. Con el dinero que me dan los que pasan en carros, voy y compro para cenar”.
Por otra parte, admitió que tiene conocimiento de los programas de tla gobernación del estado Lara para recibir ayuda pero no se ha atrevido a dirigirse hacia uno de estos centros por temor a ser rechazado. No obstante, está dispuesto a recibir la ayuda necesaria para salir de la situación en la que se encuentra.
Programa Yo cuento
La gobernación del estado Lara, en su proyecto ‘Plan de Integración Social’, en conjunto con diferentes organizaciones sin fines de lucro, han creado varios programas para beneficiar a personas que ameriten ayuda.
Para aquellos ciudadanos de pobreza extrema, existe un proyecto llamado Yo cuento, llevado a cabo por la fundación Solidaridad.
Se trata de un programa de asistencia social, especialmente dirigido a personas en situación de indigencia, que se encuentran en las vías públicas, sin familia ni ingresos económicos que les permitan valerse por sí solos.
Los beneficios que recibirán los ciudadanos son:
En materia de salud, se les brindará atención mediante servicios de medicina preventiva, odontología, psicología y psiquiatría, medicamentos, laboratorio, entre otros.
Cada tres meses recibirán dotación de vestimenta, calzado, mantendrán su apariencia personal a través de los servicios de peluquería (Corte de cabello, manicure, pedicure).
Se les donarán productos para el aseo personal como champú, jabón de baño, crema dental, cepillo dental, desodorante y crema corporal.
Milagros Matos, presidente de la fundación Solidaridad, destacó que existen alianzas con empresas privadas, de forma que sean “padrinos” de cada una de las personas que se escogen, con el fin de ingresarlos en casas de abrigo y puedan ayudar económicamente para las estadías.
Posteriormente se les realizarán estudios psicológicos y psiquiátricos, para determinar sus estados mentales, luego iniciarán las terapias, de modo que al finalizar el tratamiento, puedan ser incorporados en las escuelas de oficio.
En estos institutos educativos, tendrán la oportunidad de graduarse en algún oficio, bien sea de herrería para los hombres y de costura en caso que sea mujer.
Dentro de los objetivos planteados por la organización, está en reincorporar a los ciudadanos con su familia, ya que “la situación en la que se encuentra el indigente ha sido por problemas familiares o adicción” manifestó Matos.
Durante el primer trimestre del año, este programa benefició a 50 personas, la meta para el resto del año es de ayudar a 100 ciudadanos más.