El presidente Barack Obama recorrió las esclusas Miraflores del Canal de Panamá y no hizo ningún comentario mientras miraba los vestigios de contaminación, una capa verdosa en el paso a nivel para barcos que cruzan el continente. No había buques en el lugar cuando Obama hizo su visita, pero había lanchas armadas allí estacionadas por el Servicio Secreto.
Obama, que tenía puestas unas gafas de sol y se puso colgó el saco de su traje sobre el hombro, caminó en una mañana parcialmente nublada y con un clima húmedo. También cruzó un estrecho sendero peatonal a lo largo del canal, desde la torre de control hasta el lugar donde una limusina lo esperaba para llevarlo a una reunión con el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela.
El canal de Panamá se encuentra en obra por un multimillonario proyecto de ampliación.