El lanzador derecho larense Carlos Carrasco tuvo un estreno ideal en la temporada 2015 con los Indios de Cleveland, al ponchar a 10 contrarios en 6.1 tramos y ser partícipe de un blanqueo combinado contra los Astros de Houston (2-0), en una fecha en la que se hizo público que debió someterse a una cirugía “no invasiva” en el corazón a finales de 2014, lo cual influenció su posterior decisión de firmar un contrato por 4 años y 22 millones de dólares con la organización.
Carrasco reveló que sintió su corazón acelerado por primera vez en 2011 y volvió a pasarle en 2012 y 2013. “Nunca ocurrió en un juego. Algunas veces pasaba cuando estaba en la casa o cuando iba en camino al estadio”. El año pasado le pasó cuando llevaba 10 aperturas en fila y había asegurado un lugar en la rotación de esta temporada gracias a ello.
Fue entonces cuando los doctores de los Indios consideraron que debía acudir a una solución quirúrgica. “Mi corazón latía a unas 120 pulsaciones por minuto. Los muchachos en Cleveland me dijeron que lo mejor era que me operase y eso hice. Ahora estoy perfecto”, afirmó el serpentinero criollo. Su cirugía, no anunciada a los medios por no estar relacionada con el béisbol, se dio el pasado 8 de octubre.
Contrario a los consejos recibidos por el sindicato de jugadores y sus agentes, Carrasco aceptó una extensión de contrato de cuatro años para 2017, 2018, 2019 y 2020 con los que perdía tres años de arbitraje y quizás uno de agencia libre, pero eso no le importó por su familia y el venir de una cirugía tan delicada.
“Eso fue lo que hice. Mi familia va primero. Ahora todo está bien”, aclaró quien durante los entrenamientos primaverales se perdió algunos días por sentir palpitaciones aceleradas, lo que lo obligó a retomar sus medicamentos para la condición cardiaca. Además, cuando ya terminaba la primavera, su esposa dio a luz en Florida a su cuarto hijo.
Las complicaciones de salud quedan de lado después de su gran apertura contra los texanos. “Simplemente salí a hacer mi trabajo. Eso fue lo que hice en los entrenamientos de primavera para llegar hasta este punto. Esta noche (el miércoles) todo estaba funcionando. La recta, el cambio, la slider y la curva. Yan Gomes (su catcher) hizo un gran trabajo antes del juego al repasar a todo el mundo (del lineup de Houston”.
El mánager Terry Francona está contento de que su jugador no deba preocuparse por su corazón después de la solución por la que optó y debido a que toma los medicamentos que requiere. “Es seguro decir que estábamos cómodos con el hecho de que (Carrasco) estaba recibiendo el tratamiento médico adecuado y que estaría bien. No es una torcedura de muñeca. No es algo con lo que se juega”.
A su juicio, todos están “cómodos sabiendo que ya se resolvió y que lo que él (Carrasco) tiene que hacer no será un problema. No estoy tratando de señalar algo en especial. Simplemente no afecta su forma de lanzar”.
Carrasco, de 28 años de edad, se perdió la temporada 2012 por una cirugía Tommy John a la que se sometió en 2011 y en 2014 tuvo foja de 8-7 con 2.55 de efectividad en 40 juegos, incluidas 14 aperturas. Su efectividad en las últimas 10 fue de 1.30.