El domingo a las 06:00 p.m., aproximadamente, inició una fuerte lluvia en Humocaro Arriba, donde se encuentra la cascada Arzobispo. También hubo precipitaciones en la cabecera del río, lo cual formó una crecida y la fuerte corriente que dificultó el hallazgo del cuerpo del niño de seis años, perdido luego del Viernes Santo cuando un paseo se convirtió en tragedia.
Este lunes persistió la lluvia, por ello no pudieron iniciar las labores de rescate a tempranas horas.
Además, se armó un grupo de tareas para conformar el Sistema de Comando de Incidente Móvil, el cual se concentró en el sector Puerto Rico, cerca del pozo Los Hombres, donde este domingo al mediodía hallaron el cadáver de Anderson Antonio Arguello Figueredo, de 34 años, padre del niño aún desaparecido.
A las 11:40 de la mañana un grupo de de rescatista bajó por la quebrada Badillo y Arango, para ello, debieron caminar más de un kilómetro por medio de una carretera que estaba llena de fango, producto de las fuertes precipitaciones. Al llegar al lugar, no pudieron hacer las labores, pues la crecida del río era muy fuerte y se corría riesgo.
Horas más tarde, junto a los baquianos de la zona, se fueron hasta el pozo Los Hombres, ahí colocaron un mecate con arnés que pasaba por medio del río, y uno de los hombres se trasladó hacia el lado contrario, donde hizo una minuciosa pesquisa entre las piedras y maleza que por ahí había. Los resultados fueron infructuosos.
Cabe destacar que en medio de la búsqueda, seis rescatistas se vieron afectados y tuvieron que ser socorridos por sus compañeros.
Para llegar al lugar, también debieron caminar por una carretera de barro, ya que en principio pasaron en una camioneta y una ambulancia de Protección Civil, las cuales se quedaron atascadas, mientras los demás vehículos llegaron hasta la mitad del camino.
En dicho pozo, había un cañaveral, el cual fue tapado casi por completo por el agua que pasaba en el lugar.
Mínimas esperanzas
Aunque los familiares del niño están aferrados a Dios para encontrar al jovencito con vida, los especialistas creen que es casi imposible, ya que el hecho ocurrió el viernes, cuando una corriente de aproximadamente 60 kilómetros por hora, pasó por el río y lo arrastró.
Especialistas piensan que el niño pudiera estar cerca del sitio donde consiguieron el cadáver de su padre, quizá debajo de una piedra. La otra teoría es que debido al liviano peso del menor, pudo ser arrastrado hasta la represa Dos Cerritos.
De haber quedado con vida en principio, quizá una hipotermia pudo haber causado que el menor falleciera. A pesar de esa posibilidad, los cuerpos de rescate no dan tregua a la búsqueda, la cual se extenderá por los próximos días, de acuerdo a las condiciones climatológicas, las cuales no son alentadoras: el pronóstico de Inameh es que persista el invierno.
Ayer, a las 03:15 p.m, volvieron a suspender las labores, pues las lluvias acaecidas en la población de Humocaro Alto no han cesado y causó que el río Tocuyo creciera más de lo que estaba en la mañana. Incluso, al caer la noche, no había escampado.
Oraciones
Los baquianos y rescatistas especializados como Francisco Pérez, con más de 40 años de experiencia en Protección Civil, comentó que comenzarán a hacerle la oración a los espíritus del agua, conocidos como Los Compadritos. “Ellos siempre dan pista nos guían. Esas peticiones son buenas, mas si se hacen con fe”.
“Esta experiencia nos dio resultado en 2008 cuando dos muchachas de Quíbor se ahogaron en la represa Dos Cerritos y rápido aparecieron si bien tiene como 60 metros de profundidad”.
Crecidas en Barbacoas
Por otra parte se conoció que en Barbacoas también hubo fuertes precipitaciones, las cuales causaron que las quebradas de la zona crecieran y el agua tapara las carreteras de acceso.
Sin embargo, ayer a las seis de la tarde, ya el agua había cesado y estaba reabierto el paso.