A través de un comunicado público, la Academia de Ciencias, Físicas, Matemáticas y Naturales, expresó su postura ante las pretensiones de la Asamblea Nacional de discutir varios proyectos de ley relativas al Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación(CTI).
Explican que la Ley de Acceso al Conocimiento Libre y la Reforma del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), todavía no han sido profundizadas por los parlamentarios, lo que obliga a la Academia a realizar ciertas consideraciones al respecto.
«En el ámbito de la CTI, esta Academia ve con preocupación los reiterados intentos de los organismos del Estado responsables de su planificación y financiamiento, de mediatizar los objetivos universalmente aceptados sobre el sentido de la ciencia, el conocimiento científico, la capacitación necesaria para realizarla y la práctica misma de la actividad.
Alarma a la Corporación la posibilidad cierta que con esos intentos se aleje a los investigadores, a las universidades, a las instituciones de investigación y desarrollo (ID) de la práctica y razón de ser de la ciencia, factor fundamental de desarrollo social tal como actualmente se entiende en el mundo», explican.
Afirman además que es inquietante constatar que en los últimos años ha ocurrido una creciente emigración de profesionales, un descenso de la producción científica y de patentes y, sobre todo, que estos aspectos no sean asuntos de la mayor preocupación de los ministerios correspondientes.
«La Academia objeta la continuada restricción presupuestaria a que están sometidas las Universidades donde a pesar de ello aún se hace investigación, el reciente planteamiento de la ley que transforma los objetivos y funciones del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), así como la de otros institutos de investigación y desarrollo del país y la motivación de una ley que regula el acceso al conocimiento», sentencian.
El cuerpo colegiado también rechazó las reiteradas declaraciones de altos personeros de los «Poderes Nacionales que califican la ciencia como «elitesca», no útil para el pueblo, destinada sólo a satisfacer intereses foráneos, que favorece a las agendas de investigación divorciadas de los problemas nacionales».
«Por el contrario, es la ciencia en todas sus facetas la esencia indiscutible para la generación de todo tipo de conocimiento sólidamente sustentado y por ello está destinada a la construcción de capacidades científicas como base cierta e indispensable para cualquier desarrollo tecnológico», sentencian.
Por lo anteriormente expuesto, proponen crear mecanismos de interacción entre gobierno, universidades, centros de investigación y sector privado para establecer de mutuo acuerdo los lineamientos básicos de las políticas de ciencia y tecnología.
«La Academia sigue dispuesta a ayudar en el logro de esas metas en la seguridad de que ellas redundarán en beneficio de la nación», finalizan.