Seattle es la única ciudad de las 30 en el actual mapa de las Grandes Ligas que nunca ha albergado una Serie Mundial.
Félix Hernández lleva una década en las mayores. Nunca ha vivido la experiencia de lanzar en una postemporada.
En su trayectoria con los Marineros, al as venezolano ha ganado un premio Cy Young de la Liga Americana y quedó segundo en la votación en otras dos ocasiones, la última el año pasado, en la que fijó un récord al hilvanar una racha de 16 aperturas cubriendo al menos siete innings sin permitir más de dos carreras. Sin excepciones, desde 2009, ha logrado lanzar por lo menos 200 innings con 200 ponches.
Todo este tiempo, el «Rey Félix» ha tenido que responder a una necia pregunta. ‘¿No sería mejor irse a otro equipo con un mejor reparto para lanzar en octubre?’.
Pero el derecho que cumple 29 años en abril no quiere saber de otros destinos, sin importar los galones que puedan tener. Su ambición es sentir el alborozo de una postemporada en el Noroeste de Estados Unidos.
«Quiero ganar aquí,», dijo Hernández, quien previo a la campaña de 2013 firmó un contrato de 175 millones por siete años. «Mi anhelo es estar en Seattle en una Serie Mundial».
Sus Marineros pueden hacerle realidad el deseo este mismo 2015. Cuentan con una rotación formidable, y su ofensiva añadió a Nelson Cruz para acompañar a Robinson Canó.
«Nos hemos fortalecido significativamente en muchos aspectos», dijo el mánager Lloyd McClendon, entusiasta frente a las grandes expectativas que se palpitan en Seattle, favoritos para pelear el título de la División Oeste con los Angelinos de Los Ángeles. «Ahora tenemos que demostrar que sabemos responder a lo que se espera de nosotros».
En su primer año al mando, McClendon encabezó un repunte de 16 victorias y quebró una racha de cuatro temporadas con marca negativa. Con foja de 87-75, remaron hasta el último día para clasificarse a los playoffs.
Nelson Cruz, ¿la pieza que faltaba?
Ahora, los Marineros quieren dar otro paso al frente y poner término a su sequía de 13 años sin participar en la postemporada.
Su desesperación por un campeonato se evidencia en que por segundo año seguido apelaron sin timidez a la agencia libre para encontrar el paliativo a lo que fue su lastre en 2014: la ausencia de un bate de poder en el orden ofensivo.
La alineación estaba cargada con demasiados bateadores zurdos, de hecho ocho de los 10 con más apariciones al plato lo hicieron desde ese lado.
El gerente general Jack Zduriencik tuvo a Cruz en la mira previo a 2014, luego que el bateador designado dominicano había cumplido una suspensión al verse involucrado en el caso de dopaje de la clínica Biogenesis. Acabó en Baltimore, donde bateó 40 jonrones para liderar ese rubro en las mayores.
Esta vez no dejó pasar la oportunidad de ficharle al volver a la agencia libre, dándole un contrato de 57 millones y cuatro años. Cruz sigue los pasos de su compatriota Canó, quien el año previo desertó de los Yanquis al aceptar una oferta de 240 millones por 10 años.
El balance de bateadores parece resuelto con los derechos Austin Jackson y Justin Ruggiano, un par de jardineros que fueron adquiridos en recientes canjes, además del receptor Mike Zunino (22 jonrones, pero apenas .199 en porcentaje de bateo).
Incorporaron al jardinero Seth Smith, quien se alternaría en el derecho con Ruggiano. También obtuvieron a Rickie Weeks con el objetivo de que sea un versátil suplente en el medio del cuadro interior y de Dustin Ackley en el bosque izquierdo. Incluso sumaron al zurdo J.A. Happ para darle profundidad a su pitcheo abridor.
Lo que debe salir bien
La referencia es su pitcheo. Lideraron la Liga Americana con efectividad de 3.17, además del promedio de bateo más bajo (.230) en su contra en las mayores. Hernández, Hisashi Iwakuma y James Paxton son los tres fijos de la rotación abridora.
Happ se perfila como el cuarto y el brazo zurdo. El quinto es el dilema. Taijuan Walker es un prospecto que podría afianzarse a tiempo completo en las mayores, pero también disponen del zurdo cubano Roenis Elías y el derecho nicaragüense Erasmo Ramírez.
Fernando Rodney permitió que un corredor se embasara en 34 de sus 51 oportunidades de salvamento, pero el derecho dominicano se las arregló para liderar las mayores con 48 rescates. Danny Farquhar, Charlie Furbush, Tom Wilhelmsen y el venezolano Yoerbis Medina complementan el bullpen.
El objetivo de la ofensiva es rebasar las 700 carreras, algo que los Marineros no consiguen desde 2007. Ahora disponen de una parte medular que mete miedo, con el intermedista Canó, Cruz y el tercera base Kyle Seager. Entre los tres se acumulan contratos que alcanzan los 400 millones, con Cruz atado hasta 2018, Seager hasta 2021 y Canó hasta 2023.
El peor escenario
¿Canó perdió irremediablemente su poder jonronero en el estadio de Seattle? Después de promediar 28 jonrones en las dimensiones favorables del nuevo Yankee Stadium, el dominicano apenas bateó 14 en el vasto Safeco Field.
Los números de Cruz en sus visitas al Safeco Field no son nada del otro mundo: promedio de .234 con nueve jonrones y 19 impulsadas en 52 juegos.
El aporte de piezas secundarias como el jardinero central Jackson, el primera base Logan Morrison y el torpedero Brad Miller.
Jackson no rindió lo que se esperar tras ser adquirido en un canje con Detroit en la fecha límite de cambios. Pudo ser que la transición en plena campaña afectó al primer bate (.229 de promedio con seis hits de extrabases en 54 juegos tras el canje). Que se acerque a lo que hacía en Detroit (.357 de embasado) es lo que se espera.
Miller (.221) se ganó la titularidad cuando Chris Taylor, con quien competía en la primavera, se lesionó la muñeca. Por culpa de lesiones, Morrison no ha pasado de los 100 juegos desde 2011, pero lució bien en los últimos 54 del año pasado al batear para .313.