Numerosos murales ha desarrollado la Alcaldía de Iribarren a través del Instituto Municipal de Cultura y Arte (IMCA) bajo la premisa del Proyecto Crepúsculo.
Incluso, el Instituto Municipal de la Vivienda (IMVI), se encargó de los pasos peatonales y multicolores en zonas de alto tránsito.
Este tipo de propuestas, que cobró auge en 2014, se implementó para recuperar espacios, paredes y fachadas de avenidas, comunidades y urbanizaciones. También para la transformación de vías, edificaciones públicas y distribuidores.
A propósito, consultamos a la arquitecta Claudia Rodríguez, especialista en restauración y profesora de Historia de la Arquitectura en la Universidad Central de Venezuela, sobre estas iniciativas que hoy día se multiplican en Iribarren y Palavecino.
-¿Qué apreciación tiene sobre los murales que se están haciendo en la ciudad?
-Honestamente, estoy muy molesta por esa pintura que le echan a la ciudad. Esa colorimetría no se corresponde con Barquisimeto.
-¿Se está usando el mural como una obra de arte urbano?
-Algunos sí son una obra de arte. Otros no. Por ejemplo, la pintura que le colocaron a Funrevi es un carnaval. Como a otros edificios públicos.
-¿Quiénes son los indicados para hacer los murales? Por lo general, se observa que son jóvenes grafiteros.
-Como obra social está muy bien, pero, esos muchachos deberían ser orientados por un artista plástico, antes y durante la elaboración del mural. Hay un mural que se realizó en la carrera 19 con calle 20 que parece un jardín de infancia. Eso no tiene nada que ver con la ciudad. Los de la Divina Pastora se ven muy bien y tienen una escala importante, pero hay que tener mucho cuidado y no convertir a Barquisimeto en una ciudad portuaria. Esa modalidad se usaba en las ciudades puertos porque las pinturas que sobraban tras pintar los barcos, las empleaban para pintar las casas o las paredes. Eso no se corresponde con la colorimetría de la ciudad ni con sus características. No se trata de una obra de arte aislada si no de una propuesta que forma parte del entorno.
-¿Considera que se está abusando de ese recurso?
-Sí, considero que se está abusando. Entiendo la intensión y no es mala porque antes que las paredes estén llenas de grafitis es preferible pintarlas. Pero se debe hacer un estudio, un proyecto. Aquí tenemos una escuela de arte. Creo que se puede consultar a los expertos y a los artistas, que son bastantes.
-¿Qué elementos considerar a la hora de una intervención artística urbana?
-Una obra de arte urbana, entendiéndola como tal, requiere un estudio del lugar donde se va a emplazar para que dialogue con lo que existe alrededor. No es pintar una pared. Debe responder a una planificación. La intensión es buena. Pero no se puede improvisar. El arte responde a una planificación. El mural puede tener un contenido religioso, cultural, ideológico o simplemente plástico y estético, pero tiene que dialogar con su entorno, no es una obra aislada, está inserta dentro de un tejido urbano que debe ser respetado. Los espacios sí se recuperan por medio del arte, pero no puede improvisarse.
-¿Qué opina sobre la calidad de los materiales que se utilizan para los murales?
-Recientemente, se realizaron pasos peatonales de colores. Me parece una excelente idea, pero lamentablemente las pinturas que se usaron no son las adecuadas para un alto tránsito. Por lo cual deben retocarse cada tres meses. Es como que pongamos a pintar un cuadro a Botero con tempera. Lo mismo ocurre con los murales porque la pintura es de mala calidad. Eso pasa en Iribarren y Palavecino. Tiene que ser una pintura elaborada químicamente para exteriores, de alta resistencia y durabilidad, para que esa inversión valga la pena.
-¿Cuál es el deber ser?
-Invertir en la recuperación de los espacios públicos primero antes de pintar murales. Nada puede partir de lo empírico. Los técnicos y especialistas estamos para apoyar la gestión municipal y gubernamental a partir de la planificación porque se trata de recursos que a la vuelta de dos años van a estar perdidos. Se está tirando un recurso que pagan los ciudadanos a través de impuestos a la basura. No se puede ser tan inmediatista. La gestión debe priorizar y establecer metas a corto, mediano y largo plazo, pensando en el futuro de la ciudad.
-Qué opina sobre los murales de cerámica?
-Son más duraderos porque es un material más resistente. Se puede invertir en materiales de mejor calidad, que perduren en el tiempo.