Con motivo del octavo aniversario del partido Un Nuevo Tiempo, el Concejo Municipal de Palavecino, invitó como orador de orden al diputado a la Asamblea Nacional y dirigente político, Stalin González, quien disertó sobre los derechos humanos y la situación de indefensión en Venezuela.
Entre sus palabras centrales, González mencionó los avances en el mundo relacionados con los derechos humanos, mostrando un contraste con la realidad cotidiana en Venezuela, que no se corresponde con dichos avances, dado el colapso del modelo económico rentista y altamente clientelar que sigue generando pobreza y desigualdad.
“Siguen siendo los derechos humanos hoy el instrumento para exigir una vida digna, sin que esta se vea amenazada o discriminada por política, género u orientaciones sexuales”, recalcó.
Citó que un estudio reciente de Provea, publicado en un diario de circulación nacional, asegura que para el segundo semestre del año 2000, la pobreza en Venezuela era de 46,3 %, un poco menos de 11 millones de personas. La política de promoción de misiones de 2004, la redujo en tres años a 33 %. La inversión en materia social de esos años logró para el segundo semestre de 2012, llevarla a 21,2 %.
Se enquista la pobreza
Stalin reveló en su discurso de orden, que en el país existe un proceso de regresión en la lucha contra la pobreza.
“Cifras oficiales revelaron que en 2013 se incrementó la pobreza hasta 27 %. Eso significa que 416 mil 326 hogares se incorporaron a la gran población de personas que viven en condiciones de exclusión. Venezuela cerró 2013 con 9.200.000 pobres”, cuantificó.
Dijo que el año pasado, el gobierno de Maduro dejó de divulgar cifras sobre la pobreza, por lo que las ONG trabajan con proyecciones, informes que concluyen que en Venezuela hay más de 10 millones de personas viviendo en la pobreza.
El dirigente, afirmó que otro de los problemas más dramáticos en el país es la persecución a quienes piensan distinto al Gobierno.
“En nombre de la revolución y sus logros, el Estado venezolano se ha tornado autoritario con respecto al ciudadano, ha criminalizado la protesta, ha intentado acallar a quien disienten”, subrayó entre aplausos.
La Democracia Social
El parlamentario habló de las corrientes alternativas, incluso en el mundo, explicando que la Democracia Social hoy se vislumbra como la única corriente de izquierdas que puede concretar el bienestar social.
Ante esto, -añadió Stalin-, los que creemos en la Democracia Social, estamos llamados a reivindicar a la izquierda democrática, a hacer ver que es posible un sistema regido por una democracia auténtica, donde las actividades económicas sean reguladas y no intervenidas, donde justicia social no sea contrapuesta a nuestras libertades cívicas y sociales.
Prosiguió acotando que es imperante recuperar la tolerancia, la pluralidad, el reconocimiento del otro, y la búsqueda de consenso, como el medio para el accionar político.
Leonardo Castañeda, presidente del parlamento local, luego de felicitar al orador en nombre del pueblo de Cabudare, consideró que el tema planteado por González, cobraba cada vez más vigencia en el país y era motivo de reflexión.
Asistieron Guillermo Palacios, también parlamentario nacional, Érika Camacho, diputada regional, Macario González, secretario ejecutivo de la MUD-Lara, Carolina Castillo, concejal de Iribarren y los dirigentes Lorenzo Monasterios y Alexander Camacho entre los invitados especiales.
Impunidad vergonzosa
Stalin González exclamó en su discurso que en Venezuela, cada día hay más protestas y en más de un 90 % de los casos, son pacíficas. Sin embargo el número de apresados y perseguidos, según Memoria y Cuenta de la Fiscalía, es la más alta considerada en los últimos 25 años de democracia.
“La Defensoría del Pueblo, institución destinada a la defensa de los derechos de los venezolanos, ha sido en los últimos años un testigo mudo ante los atropellos, encarcelamientos y sentencias por parte del aparato del Estado.
Desde su creación, sus directivas han justificado, juicios, abusos y persecuciones; “tumbas como cárceles y decretos con sentencia a muerte”, advirtió, adicionando que los cuerpos de Seguridad del Estado son responsables en más del 60 % de las denuncias por maltratos y torturas a ciudadanos venezolanos; en su mayoría jóvenes estudiantes. Menos de un 10 % de ellos han sido enjuiciados por tales sucesos.
La justicia en nuestro país esta ciega por el poder y la balanza esta vergonzosamente desequilibrada. La impunidad hoy supera el 90 %, convirtiendo las cárceles venezolanas en un hacinamiento de individuos sin juicio, garantías, ni derechos.
