Inteligencia y sabiduría

-

- Publicidad -

Para recordar: “Porque el Señor da la sabiduría, de su boca nace el conocimiento y la inteligencia.” (Proverbios 2:6)

El sábado 11 de agosto, de este año, escuchamos una charla muy interesante presentada por la Médico, Sarita Rodríguez Joya, la cual tituló:

- Publicidad -

“Inteligencia Emocional”. Mostró que hay un importante interés en estudiar a la persona humana y su relación para con sus semejantes; bajo la óptica de otros estudios como el de las inteligencias múltiples: Musical, lingüística, matemática, espacial, intrapersonal, interpersonal, entre otras.
Esto último, según la wikipedia, es un modelo propuesto por Howard Gardner, en el que la inteligencia no es vista, como algo unitario, sino como un conjunto de inteligencias múltiples, distintas e independientes. También afirma, que hay gente de gran capacidad intelectual pero incapaz de, por ejemplo, elegir bien a sus amigos.

Es allí, donde aparece la “Inteligencia Emocional. Y de Amazon.com, tomamos un resumen del libro de Daniel Goleman, expositor de esta inteligencia y dice: “es la que nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y frustraciones… que se traduce en mejorar la capacidad social y aporta innovadoras estrategias que ayudarían erradicar la violencia y otros rasgos negativos, que son la causa de muchos males que aquejan a nuestra familia y nuestra sociedad”.

Estos estudios, no tratan en desechar a los diestros o inteligentes, sino en demostrar: que quién mayor autocontrol y empatía tiene por los demás, tendrá mayor posibilidad de éxito. No obstante, opinamos que si se deja a Dios de un lado, para solucionar nuestros conflictos: intra e interpersonales, solo llegaremos a metas humanas; porque detrás de toda fuerza o habilidad, hay una forma superior para alcanzar buenas relaciones, que solo viene de Dios. Esto está demostrado en la esencia de los Diez mandamientos, que se traduce en nuestra correcta relación para con Dios y con los demás.

Dado todo lo anterior, existe un deseo de ser más fructíferos en el trabajo; en los estudios; en la vida familiar, en deportes, religión o política. Pero, por alguna razón las empresas están contratando, no necesariamente al más apto, sino al que tenga mejor autocontrol, quien tenga una autoestima más elevada y quién se la lleve mejor con los demás.

Insistimos, que la sabiduría viene de Dios. Y para observar que piensa la humanidad de esto, tomamos unas frases de la página web, pensamientos.org, entre otras: “La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica” (Aristóteles); “La inteligencia es como un río: cuanto más profunda, menos ruidosa” (autor desconocido); “Los hombres inteligentes quieren aprender; los demás, enseñar” (Anton Chejov).

De la misma pág. web, encontramos pensamientos sobre sabiduría: “El mejor indicio de la sabiduría es la concordancia entre las palabras y las obras” (Lucio Anneo Séneca). “En el camino a la sabiduría, el primer paso es silencio; el segundo, escuchar; el tercero, recordar; el cuarto, practicar; el quinto, enseñar a otros” (Salomón Ibn Gabirol).

En tal sentido, Dios indicó de donde viene la inteligencia y sabiduría, y le dijo a Moisés que a un hombre llamado Bezaleel, lo había llenado del “Espíritu de Dios, en sabiduría, inteligencia, ciencia y en todo artificio”, (Éxodo 31:3); a Daniel y sus amigos: “Dios les dio conocimiento, inteligencia y sabiduría (Daniel 1:17,21); Salomón señaló: “Porque el Señor da la sabiduría, de su boca nace el conocimiento y la inteligencia” (Proverbios 2:6).

Algunos sostienen que la inteligencia no es algo innato y otros sustentan que se heredan habilidades, pero, podemos afirmar, que una persona puede ser inteligente y no necesariamente es sabia, porque la sabiduría se adquiere y viene de Dios.

Entonces, aunque en la Inteligencia Emocional se nos enseñe a tener autocontrol, equilibrio emocional y nos tratemos mejor a nosotros mismos y a otros, sin Dios todo eso sería un fracaso, por no decir imposible, porque, no radica en ser más inteligentes, sino en ser más sabios. Bien dijo el Apóstol Santiago: “Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela a Dios, el cual da a todos abundantemente…” (Santiago 1:5).

suyed999hotmail.com

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -