Amas de casa niegan que para sufragar los gastos de la Canasta Alimentaria Familiar (CAF), que se calculó en Bs. 19.858,07 el pasado mes de febrero, requieran en promedio 3.5 sueldos mínimos, según estimaciones del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM). Afirman que para brindar una dieta balanceada y apropiada a sus hijos, el gasto sería 30 % y hasta 50 % mayor.
Juliana Ortega, profesional y ama de casa barquisimetana, indicó que tanto ella como su esposo devengan un salario superior al sueldo mínimo. Tienen dos hijos de edad escolar, pero sólo en desayunos para el colegio gastan entre Bs. 4.000 y Bs. 5.000.
Asimismo, relató que debido al horario laboral no dispone de mucho tiempo para realizar las compras, por lo cual se ha visto obligada a adquirir los productos a través de la vía informal.
En este sentido, recordó que no sólo deben costear gastos para alimentación, sino también de servicios, limpieza, transporte, colegios y otros.
Más de cuatro sueldos mínimos
Ortega refiere que no tiene tiempo para acudir a los supermercados y esperar largas horas en una cola para comprar uno o varios productos básicos.
Según información del Cendas diecisiete productos de la CAF (el 29,3% de los 58 productos que la conforman), presentan problemas de escasez, situación que ha obligado a las amas de casa a comprar estos a los “bachaqueros”, quienes en la intención de obtener ganancia, aumentan un 30 % y hasta 100 % el precio del productos.
En promedio, adquirir estos diecisiete productos a través de intermediarios, y no directamente con la cadena de ventas, podría representar un incremento superior a Bs. 5.700, lo cual situaría el gasto por concepto de la canasta básica en Bs. 25.558, para lo que se requerirían de más de 4.5 sueldos mínimos.
El índice es mayor
Para la economista Rosa María Rey, el incremento del 8.3 % de la CAF, es parte del comportamiento que ha mostrado la economía en los últimos meses, lo cual se traduce en que cada vez el poder de compra de los venezolanos es menor.
Dijo que las amas de casa han prescindido de ciertas compras. Actualmente adquieren no lo que desean sino lo que necesitan.
Apuntó que la realidad siempre será mayor a las cifras presentadas por el Cendas, ya que los precios tomados por la institución analista, hacen referencia a productos regulados, lo que vuelve aún más complejo el acceso a estos.
Con lo complicado de la compra, aparece la figura del “bachaquero”, una nueva capa en la cadena, cuya intervención incrementa el precio del producto, el cual no será igual al presentado en el supermercado, donde este lo adquirió, sino el doble y hasta más.