Con el propósito de exaltar el esfuerzo, desprendimiento, valor y entrega de sus médicos voluntarios; el Comité Ejecutivo de la Cruz Roja-Seccional Lara celebró este fin de semana un acto enmarcado en el Día del Médico en Venezuela, mediante el cual se entregaron botones por años de servicio a especialistas de la institución, en los renglones de 5, 10, 15, 20, 25 y 30 años.
El licenciado Pedro Emilio Díaz, presidente del Comité Ejecutivo, precisó que los médicos de la Cruz Roja-Seccional Lara, que brindan atención en el ambulatorio Dr. Nelson García García de la urbanización Patarata, trabajan en condición de voluntarios y perciben un retribución monetaria simbólica en comparación con su mercado laboral privado.
“Esos sentimientos altruistas, de entrega y amor que imprimen a su voluntariado, trasciende más allá del paciente atendido. Los fondos recaudados, luego de cubrir las necesidades del propio centro de salud, son dirigidos al trabajo comunitario”, expresa Díaz; mencionando proyectos como Salud y Primeros Auxilios Comunitarios (SPAC), también proyectos de Prevención y Análisis de Vulnerabilidades y Capacidades.
En el acto celebrado en el auditorio Antonio Manzano del ambulatorio de Patarata fueron reconocidos 23 médicos voluntarios. La doctora Dalis Sánchez recibió botón por 30 años de servicio, mientras que los doctores William Oropeza y Jesús Rondón recibieron por 25 años.
El botón por 20 años se entregó a los doctores Neyda Valero, Maritza Juárez, Ernesto Lugo, Óscar Quiñones, Luisa Alcalá y Fernando Gómez. Por su parte, en el grupo de 15 años de servicio, estaban Isabel Torres, Ysveth Terán y Elsy Rodríguez.
Los doctores José Méndez, Rosa González, Milagro Puertas y Nelson García obtuvieron el botón por 10 años de servicio; al tiempo que los doctores José Santos Gallardo, César Martínez, David Blanco, Teresita Colina, Manuel Majano, Óscar Salas y Sophía Meza, estaban en el grupo del botón por 5 años.
‘Rocola y locura’
El médico psiquiatra Marco Tulio Mendoza, profesor titular jubilado del Decanato de Medicina de la UCLA, participó en el acto. Allí ofreció a los galenos una ponencia titulada ‘Rocola y Locura’, basada en la influencia de la música de las rocolas y el manejo de las emociones de sus escuchas, cuando se popularizaron en la década del 50.
En su condición de médico psiquiatra, Mendoza cataloga la música como el primer lenguaje del ser humano y reflexiona en torno a su poder para el reforzamiento de la alegría y la tristeza, ya sea despertando hipomanía (aceleramiento afectivo) o estados depresivos.
Acotó que la música que se escuchaba en las rocolas, de artistas como José Feliciano y Julio Jaramillo, resumían las psicopatologías del humano, abarcando temas como la necrofilia, la autoflagelación, la disfunción sexual y el suicidio.
El especialista concluyó que la vida pareciera ser una ruleta de canciones en las que cada quien va escuchando, eligiendo y reaccionando con diversos estados de ánimo; aunque con una tendencia por la búsqueda de la felicidad.