El tsunami ocurrido en Japón el año 2001 además de causar daños materiales y la pérdida de muchas vidas, se llevó algo vital para los damnificados: sus recuerdos.
Miles de fotografías se perdieron en el mar y dejaron a varias familias sin memoria ni vestigios de lo que alguna vez fue su pasado. Este hecho motivó la aparición de varias organizaciones que surgieron con el objetivo de revertir esta situación.
Una de ellas es Ricoh, una compañía que se ha dedicado a restaurar y devolver más de 90 mil fotografías a las víctimas de este desastre natural a través de su proyecto “Save the Memory Project” (guardar la memoria en español).
La iniciativa inició hace cuatro años y desde entonces ha ubicado 418 mil fotos, muchas de ellas encontradas en lodo y escombros por voluntarios que tuvieron la voluntad de donarlas.
CÓMO LO HICIERON
Las imágenes y los álbumes fotográficos fueron expuestos en el lugar donde se encontraron y posteriormente llevados a los almacenes de Ricoh.
En esos lugares los restauradores hicieron trabajos de limpieza con agua y otros elementos. Luego las colgaron para que sequen.
Terminado este paso, las fotografías las digitalizaron y se guardaron como archivos en JPG, los cuales estaban organizados en carpetas que describían el contenido de la foto. Luego se llevaron a una base de datos para que las personas que perdieron fotografías pudieran identificar cuáles eran suyas.
Estas son algunas fotos del complicado proceso: