Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y Luchadora. Después de muchas batallas, ahora forman parte activa de las actuaciones y decisiones de la sociedad, hasta el punto que han pasado a llevar la batuta en muchas áreas, donde han demostrado que la mujer está capacitada y a la altura de asumir cualquier compromiso.
En el estado Lara contamos con mujeres en diferentes ámbitos sociales, empresariales y personales. Hoy solo nombraremos tres: salud, seguridad y educación, donde mujeres de gran ímpetu e inteligencia han hecho que sus nombres sobresalgan, al pensar en consecuencia con el porvenir de los ciudadanos.
Atropellada por el patrono
Las luchas sindicales son símbolos de reclamos, para exigir mejoras o que se cumplan algunos deberes contractuales y por lo general la batuta la llevan los hombres. En Lara, en el año 1997, por primera vez asumió la presidencia de Sindicato Venezolano de Maestros del estado Lara (Sinvemal), la profesora Hilda Peña, quien tiene 38 años de servicio, es profesora de Química y magíster en Investigación, lanzó una plancha integrada por once personas, nueve eran mujeres, pero inmediatamente fue bombardeada.
Durante la campaña, fueron muy desprestigiadas, porque indicaban que la lucha gremial iba a decaer, porque las mujeres solo servían para recibir lineamientos.
Situación contraria que fue demostrada a lo largo de los años cuando la profesora Peña, asumió con toda la responsabilidad, y ha estado durante tres períodos seguidos.
Ha logrado que Sinvemal tenga el mayor número de afiliados: 5.300 educadores, entre nacionales y estadales.
En la profesión docente para Hilda no ha sido difícil, carrera profesional donde abundan las mujeres. Ha sido en su labor sindical donde la han querido denigrar, aunque ella no ha bajado la guardia.
Desde el 10 de diciembre del 2013, comenzó la profesora Peña la lucha más fuerte que ha tenido a lo largo de su carrera: la defensa de los educadores estadales, quienes tienen por patrón el Gobernador de Lara, ahora Henri Falcón.
“Los rechazos han sido a los patrones de turno al reclamarles por nuestros derechos, pero ahora en especial siento acoso laboral y psicológico. Realmente nosotros no estamos en posiciones políticas, simplemente he sido frontal ante el incumplimiento de las convenciones colectivas, queremos que se respete la libertad sindical. Me he sentido atropellada por acusaciones del ciudadano Gobernador, nos ha tratado de humillar y descalificar nuestro trabajo, al punto que también ha afectado a mi familia”, destacó la presidenta de Sinvemal, quien indica que no dejará desamparado a los educadores, con los que siente un compromiso.
No le gusta ser una perdedora
Linda Amaro, tiene 25 años de graduada en Medicina, es Magíster en Educación mención Biología, Pediatra, Especialista en Epidemiología, Especialista en Gerencia en Salud, Alta Gerencia en Salud, doctorado en Gerencia. Nació en Caracas, a sus 17 años, se vino a la entidad larense a estudiar y durante su carrera se convirtió en la líder de los grupos de estudios. El estar separada a tan corta edad de sus padres, la enseñó a ser independiente, a sobrevivir y prepararse para afrontar los problemas.
Desde su casa sus padres le arraigaron valores, le aplaudían cuando algo estaba bien y la sancionaban cuando estaba mal. Eso la llevó a hacerse una persona correcta, que sabía lo que quería, con la particularidad de que no le gusta perder, por ello se traza metas hasta cumplirlas, lo que la mantiene satisfecha.
La doctora Amaro, es conocida por muchos como una mujer de carácter fuerte, pero muy profesional, asegura que no se ha dejado opacar por nadie, pero cuando ha optado por un cargo nunca ha pensando en el género, sino a la formación que tiene para ejercerlo.
“Hemos demostrado a lo largo de las décadas, que la mujer está más capacitada e inclusive somos mejores gerentes. Tenemos un millón de neuronas más que los hombres, que usamos para ser más creativas y hacer varias cosas a la vez, no sólo para ver novelas como dicen ellos”, destaca.
Linda Amaro, ha tenido una importante trayectoria en el ámbito de la salud, fue directora del Hospital Juan Daza Pereyra, Directora adjunta de Salud de Lara, Directora de Hospital Central Antonio María Pineda (HCAMP), Coordinadora de Misión Barrio Adentro, miembro de la junta directiva de la Fundación Misión Milagro y actualmente es directora del Hospital Pastor Oropeza, del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales y diputada suplente de la Asamblea Nacional.
Al hacer referencia de su labor, manifiesta que nunca se ha autoevaluado, para ella es difícil porque los logros forman parte de un equipo de trabajo, no de ella solamente.
Entre ellos recuerda la adquisición de los equipos de tomografía, el Banco de Marcapaso, el área de Cirugía Ambulatoria, las operaciones que se hacían a través de la Misión Milagro, el Servicio de Atención Oncológica (SAO) en el Hospital Central.
En el Pastor Oropeza tienen nuevas áreas quirúrgicas, tomógrafos y se están ampliando los servicios de emergencia adulta y pediátrica.
La única diferencia es que se maquilla
Marisol Vargas es una mujer de baja estatura, de facciones fuertes, pero en el fondo está llena de vida y jovialidad, quien se considera un hombre más dentro del espacio donde se desenvuelve, donde se diferencia sólo porque se maquilla.
Actualmente es la directora de la Policía Municipal de Iribarren (PMI), tiene una gran experiencia laboral en asesoramientos a alcaldías, municipios, pasó por el Consejo Legislativo de Lara y Portuguesa, e incluso por el Congreso de la República, participó en la elaboración de algunas ordenanzas y leyes, aplicadas en la región, es Politóloga, tiene especialidades en Gerencia Policial, Recursos Humanos y Resolución de Conflicto, además de diplomado en Administración Pública, Gerencia Policial y Convivencia Ciudadana.
Fue directora de la Sala del Poder Popular, prefecta del municipio Iribarren y por 40 años ha sido docente universitaria, durante 25 años ha estado en la administración pública.
“Se me ha hecho muy difícil por ser mujer, la mayor amenaza es que he tenido que luchar en un mundo de hombres, me he tenido que enfrentar a ellos.
No he permitido, ni permitiré que me discriminen por mi condición de ser mujer.
Han cuestionado mi trabajo y parece mentira, pero las primeras detractoras son las mujeres; para un hombre es más fácil acostumbrarse a vernos como compañeros, que para una mujer”, destaca Vargas.
La comandante comenta que fue recibida con especial cariño por todo el cuerpo policial, se ha hecho amiga de todos los funcionarios, pero los ha comandado con mano firme. Aunque la cuidan como una dama, su trato hacia los demás siempre ha sido como sus compañeros de armas.
